Por fin hay acuerdo en la Unión Europea. Tras tres días de intensas negociaciones, de noches en vela y reuniones, este martes 2 de julio se ha conseguido llegar a un pacto para repartir los altos cargos en Bruselas, con las mujeres a la cabeza. En concreto, la conservadora alemana Ursula von der Leyen será la nueva presidenta de la Comisión Europea y la francesa Cristina Lagarde se pondrá al frente del Banco Central Europeo (BCE). Esta ya ha renunciado "temporalmente" a su puesta en el FMI.
La unión francoespañola, por lo tanto, ha quedado en un espejismo. Francia ha pasado de ponerse en contra de Alemania a repartirse los principales puestos: el poder político y el económico. En el siguiente escalón de puestos principales están la presidencia del Parlamento Europeo, del Consejo Europeo y la jefatura de la diplomacia europea.
Es aquí donde entra España. El ministro de Asuntos Exteriores en funciones, Josep Borrell, será el próximo jefe de la diplomacia europea en sustitución de la italiana Federica Mogherini. El socialista también será vicepresidente de la Comisión Europea. Cobra así sentido el hecho de que Borrell renunciara al acta de eurodiputado a pesar de ganar las elecciones europeas.
La presidencia de la Eurocámara va para los socialdemócratas. En concreto, para el ex primer ministro búlgaro Sergéi Stanishev. El belga Charles Michel, actual primer ministro en funciones de su país, se pondrá al frente del Consejo de Europa.