Un tiroteo perpetrado en una mezquita de Pontanézen, a las afueras de la localidad de Brest, municipio situado al oeste de Francia, hizo saltar las alarmas, movilizando inmediatamente a las autoridades en la búsqueda del autor del ataque, que huyó inmediatamente tras dejar dos personas heridas: el propio imán de la mezquita y otro hombre que se encontraba en el lugar.
El tirador huyó subido en un vehículo gris de la marca Clío que fue localizado poco después por la policía. Estaba vacío, pero en las inmediaciones del lugar donde se encontraba el turismo, en Guipavas, cerca de Brest, encontraron al atacante muerto por un disparo en la cabeza, según fuentes policiales citadas por Le Monde.
El hombre, al que identificaron porque se había jactado de su acto en las redes sociales, se habría suicidado.
La investigación está siendo analizada por la sección antiterrorista.