El hospital Hadassah de Jerusalén es uno de los mejores del mundo para el tratamiento de quemaduras graves gracias a que cuenta con el banco de piel más grande de todo el mundo. Un tesoro guardado con todo el cuidado dada su importancia en la atención de los numerosos pacientes que llegan a él teniendo en cuenta la cantidad de guerras y conflictos que han azotado a la región, gran parte derivados de la lucha protagonizada entre israelíes y palestinos a lo largo del tiempo. En este hospital, la piel se mantiene congelada con nitrógeno líquido en unos contenedores que albergan hasta 8 enormes torretas. En cada cajón se guardan las probetas con las láminas de piel enrolladas al milímetro y listas para usar. En 6 contenedores hay alrededor de 170 metros cuadrados de piel con los que pueden tratar al menos cien personas con quemaduras en el 50% de su cuerpo.