Empezamos conectando unos cables en una sillita, un mando a distancia para controlar al bebé y ya sólo falta la criatura, y nunca mejor dicho, porque atención al mecanismo del susto. Y es que quién va a desconfiar de un carrito de bebé deambulando a su suerte por las calles de Nueva York. Un inocente cebo para las desprevenidas víctimas que después de ver al pequeño no saben si reír o echar a correr. Algunos con más sangre fría que otros. Con esa sensación de risas, miedo e incluso asco este viral ya acumula más de 5 millones de visitas en 2 días. Porque si la película que anuncia es una de esas de iglesia, recién casados y ella, vaya novedad, embarazada del diablo...por lo menos su promoción tiene que llamar la atención.