Suenan campanas y no de boda. Se trata de Okali, uno de los rituales más polémicos del mundo que cada año se celebra en India.
Desde una altura de quince metros, los sacerdotes de un templo indio lanzan a niños de entre tres meses y dos años al aire hasta que un grupo los recoge abajo con una manta.
Según la tradición, los pequeños que son lanzados se hacen más fuertes y tendrán salud y prosperidad
Así, esta centenaria tradición recomienda que quienes quieran a sus bebés deben lanzarlos al vacío para hacerles más fuertes en el futuro
Las autoridades están preocupadas porque no es una práctica ilegal y por tanto, no pueden hacer nada.