Una anciana británica muere por un cáncer de mama en una cárcel de Lisboa: fue detenida por traficar con cocaína

  • La anciana de 72 años y su marido fueron detenido en un crucero por traficar con más de nueve kilos de cocaína

  • La británica ha fallecido en una cárcel de Lisboa a causa de un cáncer de mama que le detectaron hace años

  • El matrimonio ya fue detenido en 2010 por traficar con 240 kilos de cannabis

Susan Clarke es una anciana británica de 72 años que ha acaparado los titulares de los principales medios de comunicación británicos tras morir en una cárcel de Lisboa. La mujer que ha fallecido debido a un cáncer de mama que le detectaron hace unos años se encontraba cumpliendo ocho años de cárcel tras haber sido condenada por traficar con cocaína en un crucero en el que viajaba del Caribe hasta Lisboa.

Al parecer y según han informado diferentes medios británicos como el periódico 'Daily Mail’, la mujer y su marido fueron detenidos en 2019 con más de 9 kilos de cocaína en el forro de sus maletas.

Según ellos mismos, el matrimonio no tenía ni idea de lo que había dentro del embalaje y pensaban que estaban traficando con frutas exóticas.

Sin embargo, la Policía portuguesa detectó el paquete lleno de droga y les detuvieron al instante. Tanto Susan Clarke como su marido fueron condenados a ocho años de cárcel por traficar con cocaína. A pesar de todo, ellos mismos pidieron a la Justicia lusa que se celebrase otro juicio ya que habían sido mulas de carga y desconocían por completo el contenido de las maletas.

Ahora y dos años después de su detención, la mujer de 72 años ha muerto a causa del cáncer de mama que le detectaron. Además, según han denunciado varios familiares y amigos de la pareja la mujer no ha podido despedirse de su marido en sus últimos días al estar en cárceles separadas.

Fueron detenidos en 2010 por traficar con 240 kilos de cannabis

Hay que destacar que el mismo matrimonio fue detenido en Noruega en 2010 por contrabandear con más de 240 kilos de cannabis.

Tras cumplir la sentencia que le impusieron, la pareja británica decidió mudarse a Guardamar, en Alicante, donde comenzaron una nueva vida. Fue entonces cuando el matrimonio viajó en 2019 hasta el Caribe para trabajar como mula de carga de un grupo criminal.