Bruselas, una fortaleza para recibir a Joe Biden en la cumbre de la OTAN

  • Biden se estrena en la OTAN tras la reunión del G7

Bruselas, con su apenas 1,3 millones de habitantes, es probablemente la ciudad del planeta que más cumbres internacionales organiza, al menos hasta que la pandemia convirtió a la mayor parte de esos acontecimientos en simples videoconferencias. La vacunación hace que esas reuniones vuelvan poco a poco y albergar la mayor parte de las instituciones de la Unión Europea y de la OTAN provoca que la capital belga esté tan acostumbrada a las reuniones de alto nivel que la mayor parte de la ciudad apenas se da cuenta de su organización si no pasa por el barrio europeo. Hasta que llega un presidente estadounidense.

La visita de Joe Biden este lunes y martes vuelve a poner a la ‘capital europea’ en modo fortaleza y activa una cascada de medidas de seguridad que hacen que la ciudad se llene de limitaciones a la movilidad y que las zonas cercanas a la OTAN y a la Embajada de Estados Unidos se conviertan en un búnker. Para complicar aún más la ecuación Biden durmió anoche y dormirá esta noche en Bruselas porque si hoy se reúne con los jefes de Estado o de Gobierno en su primera cumbre de la Alianza Atlántica, mañana lo hará con la presidenta de la Comisión Europea Úrsula Von der Leyen y con el presidente del Consejo Europeo Charles Michel.

Los dos días de visita de Joe Biden están ya organizados al milímetro y empezarán a notarse cuando empiece el ruido de los helicópteros que siguen a la caravana de coches. El Air Force One llegó anoche poco antes de las 21:00 al aeropuerto de Zaventem, a las afueras de la capital belga. Con Biden a bordo y con los secretarios de Estado (Anthony Blinken) y de Defensa (Lloyd Austin) pero no con Jill Biden. La esposa del presidente voló directamente de vuelta a Washington tras las reuniones del G7. En las cumbres de la OTAN no hay tradición de ser acompañado por primeras damas o caballeros.

El Air Force One no vuela solo. Lo hace acompañado de otro gran avión de carga (en algún sitio ) y de otro en el que vuela la prensa acreditada para seguir al presidente estadounidense. Si los vuelos (menos que en tiempos pre-pandemia) no se vieron anoche afectados, sí lo fue la autopista que lleva desde el aeropuerto hasta el centro de Bruselas. Biden no tenía agenda oficial anoche y durmió en la Embajada estadounidense, un edificio que lleva años con medidas de seguridad extremas y que se encuentra a pocos minutos a pie del Palacio Real en el centro de Bruselas.

Las autoridades belgas no comunican los itinerarios preciosos de Biden, pero la Policía sí indicó ya en un comunicado las calles y avenidas que podrían verse afectadas por cortes de tráfico, entre ellas algunos de los principales ejes internos de Bruselas como la Rue de la Loi, la Rue Belliard, el Boulevard de Waterloo o la Avenida de la Toison d’Or. El comunicado policial dice: “en los próximos tres días –desde el domingo hasta el martes- varios túneles serán cerrados a la circulación. Aconsejamos a la población que evite esos lugares en coche y que utilice lo máximo posible el transporte público”.

Todas las calles alrededor de la Embajada estadounidense están cerradas y en toda esa zona se prohibieron hasta el miércoles actividades como entregas de paquetes, terrazas de bares o depositar las bolsas de basura en la calle. Los edificios frente a la Embajada deberán mantener las ventanas cerradas.

Este lunes la actividad se concentrará en la nueva sede de la OTAN, inaugurada en 2019. El cuartel general de la Alianza Atlántica se encuentra en el distrito de Haren, a medio camino entre el centro de Bruselas y el aeropuerto. Se espera a los jefes de Estado y de Gobierno desde las 10:30 aunque la reunión no empieza hasta las 13:30. Durará apenas tres horas y terminará con una conferencia de prensa. Sólo unos pocos cientos de periodistas (lo habitual es que haya más de mil en este tipo de cumbres) recibieron invitación para cubrir la reunión en el edificio. Las siguientes tres horas tendrán lugar las reuniones bilaterales, entre ellas la de Biden con Pedro Sánchez, en la que será el primer cara a cara entre el presidente español y el estadounidense.

Esa reunión en la OTAN provocará que toda la Avenida Leopoldo III, el gran eje que pasa ante la OTAN, quede cerrada. No hay informaciones sobre manifestaciones contra la cumbre pero para evitar posibles altercados la Policía bruselense ya organizó lo que llama una “zona de libre expresión”, un punto en el que se permiten las manifestaciones y que estará bajo vigilancia policial. En 2017, cuando Trump visitó por primera vez Bruselas, hubo protestas que terminaron en altercados y en la detención de más de 100 personas.

En la agenda de Biden para esta noche no hay nada previsto, ni siquiera una visita a alguna de las exquisitas chocolaterías belgas.

Las perturbaciones seguirán mañana. A las 11:00 está prevista la visita de Estado al rey de los belgas Felipe II, que se celebrará en el Palacio Real en presencia del primer ministro Alexander De Croo y de la ministra de Exteriores Sophie Wilmès. La Casa Real belga prepara todas las atenciones protocolarias, hasta el recibimiento por parte de la Guardia Real. Esa visita cerrará al público todas las inmediaciones del Palacio Real.

A mediodía (rápido, rápido) llegarán los cierres del ‘barrio europeo’ con la visita a Von der Leyen y Michel. Poco después de las 14:00 debería acabar el “Tour de Biden” por la capital belga y el ‘Air Force One’ despegará rumbo a Ginebra, donde este miércoles tendrá la última parada de su viaje europeo, la reunión con el presidente ruso Vladímir Putin.