El nuevo prototipo de la nave espacial Starship SN9, de SpaceX, explotó tras una prueba de vuelo de poco más de 10 kilómetros de altura. El prototipo anterior, el SN8, también terminó en llamas después del ensayo realizado el pasado diciembre en el mismo lugar, en Boca Chica, Texas (EEUU).
El SN9 de Elon Musk fue previamente sometido a pruebas de motor, la revisión del sistema de enfriado del mismo y los protocolos de posibles incendios de sus tres motores Raptor.
Esta nueva explosión hará que la Administración Federal de Aviación (FAA) ponga mayor énfasis en la revisión de los lanzamientos de la compañía del multimillonario Musk. Y es que, según el organismo, SpaceX ya había violado los términos de su licencia de lanzamientos con el SN8.
La empresa de Elon Musk está desarrollando Starship para llevar personas y carga a la Luna, a Marte y a otros destinos distantes. El sistema de transporte consta de dos elementos, ambos diseñados para ser completamente reutilizables: una nave espacial de acero inoxidable de 50 metros llamada Starship y un cohete gigante llamado Super Heavy.
La nave estelar final lucirá seis Raptors y será poderosa para lanzarse desde la Luna y Marte. Sin embargo, necesitará Super Heavy para escapar del pozo de gravedad mucho más profundo de la Tierra. (Super Heavy, que será impulsado por unos 30 Raptors, aterrizará de regreso en la Tierra poco después de lanzar Starship a la órbita).