Presos belgas ayudan contra el coronavirus fabricando mascarillas para el servicio de salud

  • "Quieren ser realmente útiles", explica la portavoz de la Dirección General de Prisiones

  • El proyecto piloto ayudará a dar oxígeno al sistema sanitario belga, asediado también por el coronavirus

Presos de las cárceles de Bélgica han empezado a fabricar mascarillas tras la puesta en marcha de talleres voluntarios en distintos centros penitenciarios. Después, serán puestas a disposición del servicio de salud ante la falta de suministros en el sistema sanitario belga por la crisis del coronavirus.

"Quieren ser realmente útiles, están muy preocupados"

De esta manera los reclusos van a contribuir a aliviar la situación en los hospitales locales. "Los presos quieren ser realmente útiles. Están muy preocupados, tanto por sí mismos, como por los demás y, por eso, se les ha pedido si pueden ayudar con esta iniciativa", ha explicado la portavoz de la Dirección General de Prisiones, Kathleen Van de Vijver.

"Los reclusos están realmente motivados con poder ayudar a reducir la propagación del coronavirus", ha asegurado en declaraciones a prensa local, en las que ha explicado que las mascarillas se fabricarán con tela y no hará falta desesterilizarlas, sino lavarlas a alta temperatura.

Ya habían trabajado en producir uniformes sanitarios

La experiencia piloto se ha puesto en marcha en la prisión de Audenaerde, en el noroeste del país, que se centrará en la producción de este material médico. Anteriormente este centro penitenciario y el de Brujas ya habían trabajado en la producción de uniformes sanitarios. Se espera que las cárceles de Merksplas, en el norte, y Saint-Gilles, en Bruselas, se puedan sumar a este proyecto.

La falta de suministros azota al sistema sanitario belga, que en las últimas horas podría haber sido víctima de una estafa por parte de una empresa turca a la que las autoridades belgas habían contratado el abastecimiento de material sanitario. No obstante, el país se puso en contacto con otros proveedores y desde China llegó, este lunes, un cargamento de 300.000 mascarillas.

Ante la crisis del coronavirus, el Servicio Público de Salud lanzó una campaña para que los ciudadanos que tengan mascarillas en casa las pongan a disposición de los hospitales.