Dos días de intensas reuniones pero los líderes del G7 se marchan de Biarritz sin un acuerdo firmado. Siguen tan divididos en asuntos tan vitales como el proteccionismo o la guerra comercial. Por otro lado, se han limado las asperezas con temas importante como Irán, la fiscalía de internet o los incendios de la Amazonia por los que se ha anunciado veinte millones de dólares para intentar combatirlos.
Francia promete movilización internacional para los fuegos del pulmón del mundo. Trump guardó las formas aunque expresó su deseo de readmitir a Putin en la próxima cumbre del 2020. Entre los dos socios más imprevisibles sigue la sintonía. Al inglés le prometió un acuerdo comercial bastante rápido tras el Brexit lo que empuja a Johnson a un Brexit sin acuerdo.
En la mesa también han sido invitados India, Chile y siete países africanos. Pero, la gran sorpresa fue la invitación iraní, ya que Francia quiere mediar entre Irán y EEUU por la ruptura del acuerdo nuclear.
No faltaron los océanos en forma de reloj ya que obsequiaron a los participantes con relojes fabricados con el plástico de los mares.