En EE.UU. 30 estados han comenzado la desescalada, pero no todos están preparados

  • Los estados planean una desescalada por libre, haciendo oídos sordos de las recomendaciones de los expertos para la vuelta a la normalidad.

  • La mayoría de escuelas del país han cerrado sus aulas hasta el próximo curso, pero en el estado de Montana los alumnos retomaron las clases presenciales hace 4 días.

  • En California se anima a votar por correo el próximo 3 de noviembre pero algunas playas ya han comenzado a reabrir.

En Estados Unidos, las contradictorias señales del Gobierno federal han hecho realmente complicado ser conscientes de la realidad que vive el país. Aquí continúan recogiéndose las peores cifras de esta pandemia, pero el presidente norteamericano insiste en que hay que volver a la normalidad lo antes posible. Las autoridades sanitarias recomiendan encarecidamente el uso de mascarillas, pero Donald Trump ya ha dicho que bajo ningún concepto se pone una, ¨no me veo usándola¨, dice el mandatario. Una reapertura segura de los territorios pasa por 14 días de descenso continuado en el número de infectados y fallecidos, pero los estados se saltan a la torera esta norma y 30 de ellos ya están en plena fase 1.

Los territorios van por libre en su desescalada

A petición de Donald Trump y por ley, en este país cada estado marca su camino de vuelta a la famosa ¨nueva normalidad¨. Mientras Pensilvania arrancó su reapertura el pasado viernes, en Kentucky las fábricas han abierto sus puertas este lunes. En Branson (Missouri) el 15 de mayo esperan volver a celebrar conciertos en directo; y mientras la mayoría de las escuelas ya han anunciado que este año no se volverá a las aulas, en el estado de Montana la mayoría de alumnos retomaron sus clases presenciales hace 4 días.

El distanciamiento social parece ser la única medida en la que coinciden todos los estados. En algunos territorios como Florida, Texas, Arizona o Montana se exige a los viajeros una cuarentena de 2 semanas cuando aterrizan. En otros estados, como Nueva York (donde la desescalada no comenzará hasta el 15 de mayo) no es necesario.

En la polémica Michigan, a partir de hoy se permite abrir las fábricas y sus vecinos pueden jugar al golf, pero la orden de confinamiento se acaba de alargar hasta el próximo 28 de mayo.

Los gobernadores republicanos, alentados por su presidente, se precipitan en la reapertura

En este país la desescalada también se divide en etapas. Los más atrevidos entraron en la primera fase incluso una semana antes de que terminara el mes de abril. La mayoría de ellos estados republicanos cuyos gobernadores, impulsados por las prisas de su líder, hicieron oídos sordos a las pautas marcadas por los expertos sanitarios para reactivar la economía (es decir, ni 14 días de descenso en el número de afectados, ni contaban con un 30% de camas en hospitales, ni disponían de tests suficientes para hacer pruebas a la mayor parte de la población). Carolina del Sur y Georgia lideraron el camino con algunos de los planes más agresivos. Por detrás de estos dos estados llegaron 28 más, pero pocos estaban listos para la desescalada.

Así es la vuelta a la normalidad del país más castigado por el COVID-19:

Arizona

El número de afectados por el nuevo virus en este estado continúa creciendo. Hay más de 11.127 contagiados y 536 muertos, pero a pesar del aumento de cifras, su gobernador, el republicano Doug Ducey, el pasado 8 de mayo levantó las restricciones para negocios no esenciales y reabrió las peluquerías. Mañana mismo se espera que les sigan los restaurantes. Gimnasios y piscinas se mantiene de momento cerrados.

Junto con Arizona, 6 estados más han comenzado su vuelta a la normalidad a pesar de que sus casos continúan aumentando: Alabama (9.889 contagiados), Mississippi (9.501), Arkansas (4.012), Dakota del Sur (3.517), Maine (1.436), y West Virginia (1.360).

Texas y Georgia

Las reaperturas de ambos estados, cuyos gobernadores también son republicanos, han sido de las más polémicas. El número de afectados se mantiene estable y alto desde hace días (40.037 infectados en Texas y 33.837 en Georgia). Los expertos apuntan a una ligera caída en las cifras, pero atribuyen el descenso a la falta de pruebas y no a una disminución real de los casos. En cualquier caso, nada significativo como para levantar la mano en las restricciones de manera tan libertina.

Aún así, en Texas, con más de 1.049 fallecidos por el nuevo virus, la desescalada comenzó ya el pasado 1 de mayo, y lejos de dar marcha atrás, su gobernador Greg Abbot continúa alentado a los ciudadanos a volver a la normalidad. Por lo menos insiste en que eviten las multitudes y mantengan la distancia de seguridad de 2 feet (unos dos metros). ¨Cuanta más gente salga a la calle, mayor será la posibilidad de transmisión. El objetivo nunca ha sido reducir la transmisión a cero¨, ha dicho el gobernador.

En Georgia la reapertura se produjo a finales de abril, cuando ni siquiera se había llegado al famosos pico de la curva que marca la evolución de la pandemia en todo el mundo. Ni siquiera las prisas parecen haber ayudado mucho a frenar el terrible impacto económico de esta pandemia, aquí hay más de 1.1 millones de personas en paro. Con una población de 10 millones de habitantes, el estado recoge alrededor de 1.406 fallecidos por el COVID-19. Y las cifras podrían aumentar porque, según un estudio del Instituto de Transporte de la universidad de Maryland, una semana después de que el estado levantara las medidas de confinamiento 62,000 personas visitaron el estado. Una prueba sólida de que la reapertura de unos estados antes que otros puede prolongar la propagación del virus.

California

Es el estado que más aporta a la economía de Estados Unidos. Aquí los casos también se mantienen estables, es decir, el territorio debería continuar cerrado, pero no es así. Con 68.052 contagiados y 2.718 muertos en todo el estado por COVID-19, desde el pasado viernes ¨aproximadamente el 70% de la economía del estado puede abrir con modificaciones¨ dijo el gobernador demócrata Gavin Newsom. Esto significa, por ejemplo, que los negocios minoristas podrán abrir pero los pedidos se dejarán fuera para que el cliente los recoja.

Mañana se espera que el gobernador explique las pautas para la pronta apertura de restaurantes, centros comercailes y museos al aire libre. Algunas playas al norte del condado de Orange han comenzado una tímida reapertura este mismo lunes, permitiendo a los usuarios correr, caminar o hacer surf siempre que no se permanezca en la arena quieto. Las playas de Long Beach, tan polémicas porque hace dos fines de semana se llenaron de californianos disfrutando del buen tiempo, podrían reabrir a partir del miércoles con fuertes medidas para evitar las aglomeraciones.

Florida

Es uno de esos 29 estados que ha comenzado su desescalada a pesar de mantenerse estable en sus cifras y no experimentar ningún descenso en el numero de afectados. Florida se encuentra en su fase 1, eso significa en este estado (porque lo que incluye la fase 1 depende de la decisión de cada gobernador) que los floridanos pueden: sentarse en las terrazas de los restaurantes manteniendo las distancias de seguridad y limitando al 25% su capacidad en el interior. Desde hoy, tiendas, barberos y peluqueros pueden reabrir sus negocios, también al 24% de su capacidad y respetando la distancia social.