La aparición de una enorme grieta en el suroeste de Kenia ha hecho saltas las alarmas. La fisura se ha producido en una zona donde dos placas tectónicas se están separando. Pero en los últimos meses no ha habido actividad sísimica, por lo que los expertos creen que las recientes inundaciones habrían provocado la grieta de 20 metros de ancho, 15 de profundidad y varios kilómetros de largo. La fisura ha partido en dos la carretera que conduce a la reserva natural de Maasai Mara y ya ha sido reparada dos veces en los últimos días. Pero para que la fractura sísmica separe África en dos, habrá que esperar unos 50 millones de años.