Hace 20 años que Daniel Lewis Lee fue condenado a la pena de muerte por asesinar a tres miembros de una familia: William Muller, su esposa Nancy y la hija de esta, Sarah, de tan solo ocho años, en Arkansas (Estados Unidos).
Si nada cambia la justicia norteamericana le dará muerte el próximo 9 de diciembre, algo a lo que Earlene Peterson, madre de Nancy y abuela de Sarah, se niega rotundamente. Por ello, la octogenaria ha colgado un vídeo de seis minutos en Internet dirigido al presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, en el que pide clemencia para el asesino de su familia, por considerar que esta "no es la respuesta. Es una salida fácil. Debería tener que vivir con esto. Como lo hice yo". Reclama de esta manera que la pena de muerte sea conmutada por la cadena perpetua.
Daniel Lee y su amigo Chevie Kehoe, ambos supremacistas blancos, salieron a robar dinero y armas por Arkansas la noche del asesinato. Entraron en casa de los Muller, secuestraron a las víctimas, les pusieron bolsas plásticas en la cabeza, les ataron piedras y las arrojaron al agua. Los cuerpos sin vida no fueron encontrados hasta seis meses después por un pescador en el pantano de la localidad. La condena para ambos asesinos fue cadena perpetua, pero el el caso de Daniel Lee, el Departamento de Justicia revocó la petición y el jurado lo envió al corredor de la muerte.
Si la petición de Earlene Peterson no se lleva a cabo, la justicia estadounidense dará muerte a Lee en el próximo mes de diciembre, convirtiéndose así en ser el primer preso federal en ser ejecutado en dos décadas.