El lugar es hogar de aborígenes, los cuales atacaron al turista norteamericano, llamado John Allen Chau, cuando se acercó a ellos. Unos pescadores de la zona lo habían llevado hasta cerca de sus playas y el último tramo hasta la orilla lo hizo a canoa. La tribu, que lleva habitando el lugar desde hace 30.000 años, vio venir al hombre y lo mataron a flechazos.
“Los pescadores en los botes intentaron advertirle que era algo arriesgado”, ha afirmado Denis Giles, activista por los derechos de las tribus y periodista en las islas Andaman y Nicobar, territorio en el que ocurrieron los hechos. “Los pescadores que estaban en el bote vieron que una flecha lo golpeó. Más tarde dijeron que se lo llevaron dentro [de la isla] y lo enterraron”, ha afirmado Giles.
Según esta fuente mencionada por The Guardian, el hombre sería un misionero que había visitado en otras cinco ocasiones los archipiélagos anteriormente mencionados. La intención de Allen Chau era, según medios locales, llegar hasta Sentinel del Norte para así rezar con los aborígenes y así, “llevar el cristianismo” a la isla.
Esta no es la primera vez que ocurre un caso similar en el lugar. En el año 2006, dos pescadores indios fueron asesinados después de que su barco naufragara cerca de la isla. Sus cuerpos nunca fueron recuperados.