Show en la Eurocámara: Algunos dan la cara por Puigdemont y la espalda a Beethoven

  • Algunos apoyaron a Puigdemont, otros dieron la espalda al himno

  • Así fue el primer día en una cámara que representa nada menos que a 28 países y 500 millones de personas.

Europa no pasa por su mejor momento. Cuando eurodiputados que cobran de la misma, dan la espalda a su himno, un alegato a la alegría del genial Beethoven, es que algo pasa. Y no bueno. No faltaron tampoco las pancartas y la foto de Puigdemont, en manos de partidos como Matt Carthy, eurodiputado irlandés del Sinn Fein (si uno es lo que es por sus amigos, mal lo llevan Puigdemont y Junqueras).

El eurodiputado irlandés ha comenzado felicitando a todos los electos para, seguidamente, lamentar que “algunos eurodiputados” se les haya “negado el acceso” a la Eurocámara. “A tres representantes del pueblo de Catalunya se les ha negado representación en esta casa”, ha denunciado Carthy. Entre los aplausos de algunos eurodiputados de izquierdas que sustentaban además pancartas con la cara de Puigdemont, Carthy ha proclamado que el Europarlamento “debe estar del lado de la democracia” y no puede “restar valor a los votos del pueblo de Catalunya” porque ello, ha añadido, “socava” la “credibilidad” de la institución.

Por ello, ha reclamado a Tajani que haga “una declaración en favor de estos eurodiputados electos” para “reforzar” la democracia y los derechos humanos en Europa. Ni que decir tiene que Tajani no lo hizo. Las protestas a las puertas del Parlamento se produjeron aunque faltó el protagonista. Puigdemont prefirió animar en las redes sociales a ser detenido.

No paró el show en el Parlamento. Algunos se negaron a tomar asiento mientras un cuarteto de jazz interpretaba el himno de la Unión Europea, el “Himno a la alegría” de Beethoven, mientras que otros, especialmente los legisladores del Partido Brexit británico, su pusieron de espaldas. Cobrar, eso sí, lo harán. Sí, así fue el primer día en una cámara que representa nada menos que a 28 países y 500 millones de personas. Una Europa cada día más dividida enfrentará en este ambiente el reto de haber perdido a EEUU como gran socio, y deberá enfrentarse a un futuro donde China e India apuestan por el futuro. Por no ponerse, los líderes de las distintas corrientes políticas europeas no se ponen de acuerdo ni en los nombres para ocupar los cargos más representativos.

Las elecciones de mayo tuvieron la mayor participación en décadas y fijaron el escenario para un parlamento más fracturado, con más poder para la extrema derecha y los partidos verdes. Los conservadores y partidos socialistas todavía tienen la mayoría de los escaños, pero su dominio ha caído. Y visto lo visto, costará ponerse de acuerdo.