Allissa L. Martin, una joven de 27 años, pulsó el botón de grabar antes de caer desde una altura de siete pisos. En ese momento, estaba discutiendo con su marido Bradley S. Jenkins, que está detenido.
Una llamada al 911 el domingo de madrugada alertó a los agentes de que una mujer había caído a un aparcamiento cerca del ‘Busch Stadium’, en Illinois. Allí, encontraron el cuerpo sin vida de Allissa L. Martin. Encima, cubierto de sangre estaba su marido Bradley S. Jenkins, de 30 años de edad, a quien encontraron "agitado y aparentemente drogado", según una declaración jurada de la policía.
Cuando subieron al piso desde donde se precipitó la joven, un séptimo, encontraron el móvil de Allisa, que estaba grabando un vídeo. En él se ve a la pareja discutiendo y, en un momento determinado, ella le dice que pare de golpearla en la cara. Es entonces cuando el teléfono cae y, segundos después, ella grita y se oye cómo cae, según publica ‘The Washington Post’.
Jenkins, por su parte, dio una versión que no se correspondía con lo visto en el vídeo por lo que la Policía le acusó de agresión doméstica. A la espera de la autopsia, Jenkins, que es oficial de prisiones, se encuentra en la cárcel y se enfrenta a cargos de homicidio.