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Un hombre, cuya identidad no ha trascendido, ha atacado este martes con un cuchillo a varias personas en las calles de Oslo, capital de Noruega, antes de ser abatido a tiros por agentes de policía, según han confirmado las autoridades. El agresor, que iba semidesnudo, habría intentado llevar a cabo un acto de "extrema violencia" un año después de que cometiera el mismo crimen.
La policía dijo que había "más de una" víctima, pero se negó a dar más detalles. El presunto agresor habría acuchillado a un agente y a varios transeúntes en el barrio de Bislett, al norte de la ciudad. Un coche patrulla ha atropellado al sospechoso para detener su avance, sin embargo, tras ser embestido, ha abierto la puerta y ha iniciado un altercado contra el agente que conducía.
Medios locales han difundido en redes sociales las imágenes del suceso. El jefe de operaciones de la Policía noruega, Torgeir Brenden, ha señalado que el sospechoso pretendía llevar a cabo un acto de "extrema violencia". Iba a apuñalar a una persona cuando el coche policial lo atropelló. Tras ser embestido y reaccionar, los agentes efectuaron "varios disparos" contra el hombre, pero no se ha especificado si fueron los policías que iban en el coche los que abrieron fuego. El agresor murió después de ser trasladado al hospital.
Se desconocen los motivos del ataque, aunque varios testigos aseguran que el hombre gritó "Allahu Akbar" (Alá es grande) en el momento de agredir a los usuarios. La Policía declaró al respecto en rueda de prensa que no parece tratarse de un acto de terrorismo, sino de una acción aislada. "Se trata de una persona que conocemos del pasado y que tiene historial", señaló el inspector de policía Egil Jorgen Brekke, que excluyó "por el momento" la tesis del acto terrorista. No obstante, no se descarta ninguna hipótesis.
Según recoge Daily Mail, el atacante fue condenado en diciembre de 2020 por un alboroto similar en Grunerlokka, Oslo, el 4 de junio de 2019, cuando apuñaló a un transeúnte varias veces en la parte superior del cuerpo. Según los informes, prendió fuego a su ropa antes de atacar a otras personas con un cuchillo. La víctima se resistió y pudo sobrevivir gracias a la ayuda de varios ciudadanos.
El atacante, que supuestamente gritó "Allahu Akbar" durante el asalto de 2019, recibió un disparo de la policía con una pistola paralizante. En el juicio, los expertos en salud mental designados por el tribunal no estuvieron de acuerdo sobre si padecía esquizofrenia paranoide o psicosis inducida por drogas, pero tanto la fiscalía como la defensa acordaron que debería ser asignado a atención de salud mental obligatoria.
Los medios locales informaron que el individuo también fue condenado por atacar a dos agentes de policía en 2015. El mes pasado, un hombre armado con un arco y flechas mató a cinco personas en un pequeño pueblo al suroeste de Oslo. Noruega vuelve a despertar consternada.