Lizzie Velásquez es una joven de 28 años que sufre una condición genética rara llamada Síndrome Progeroide Neonatal, que afecta a su corazón, los huesos, a los ojos e impide acumular grasa corporal y por tanto, ganar peso.
Lizzie, que vive en el estado estadounidense de Texas, en la ciudad de Austin, encontró un vídeo en las redes sociales, que la joven grabó cuando tenía tan solo 17 años, en el que un hombre la llamó “la mujer más fea del mundo”.
“En el vídeo había comentarios que decían que el mundo sería mejor si yo no existiera. Ninguna persona me defendió y dijo “ella es simplemente una niña, déjenla en paz”, o “no conoces su historia, no sabes por qué ella luce así”, relata la joven sobre los crueles comentarios que la gente dejaba respecto a su aspecto físico.
Definición que la propia joven asegura que le ha cambiado la vida para bien. Se ha convertida en una firme activista anti-bullying y da charlas para fomentar la confianza en uno mismo: “Todos estamos en la tierra por una razón”, cuenta al diario Mirror.
“No voy a dejar que eso me defina”, asegura Lizzie sobre, quien también ha escrito un libro para aprender a aceptar nuestro cuerpo y a crear un mundo más compasivo.