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El Gobierno de Mali anunció este jueves la liberación de la trabajadora humanitaria francesa Sophie Pétronin, de 75 años, quien fue secuestrada en 2016 por el grupo Al Qaeda del Magreb Islámico. También quedaron en libertad dos ciudadanos italianos y el político opositor maliense Soumaila Cisse, tras intensas negociaciones entre el Gobierno y los yihadistas.
La última rehén francesa en todo el mundo volvió a la libertad este 8 de octubre, tras 1.380 días secuestrada, según confirmó la Presidencia de Mali. Pétronin y el resto de rehenes estaban en manos del Frente de Apoyo Al Islam y los Musulmanes (GSIM), una alianza de grupos yihadistas afines a Al Qaeda. Todos fueron secuestrados en los últimos cuatro años, aunque en circunstancias diferentes. Pétronin fue capturada el 24 de diciembre del 2016 en Gao (norte de Mali), donde vivía y dirigía desde hacía años una organización de ayuda a la infancia.
Su liberación se produjo después de una semana de intensas negociaciones, que incluyeron la excarcelación de más de un centenar de presuntos extremistas en los últimos días, situación que durante el fin de semana alimentó las expectativas sobre un posible intercambio de prisioneros.
"Sophie Pétronin está libre. Estuvo como rehén durante casi 4 años en Mali, su liberación es un gran alivio", publicó el presidente francés, Emmanuel Macron, en su cuenta de Twitter. Hasta este jueves, ni las autoridades de Mali ni de Francia habían confirmado que las conversaciones incluyeran una inminente liberación de la trabajadora humanitaria.
Los yihadistas que fueron liberados en los últimos días se encontraban en las cárceles de Bamako, Ségou y Mopti y aún no habían sido juzgados ni condenados por las autoridades locales. Después de su excarcelación, fueron trasladados a la zona fronteriza con Mauritania y a Tessalit, una comuna rural y población de la Región de Kidal, en Mali.
El Gobierno maliense también informó que fueron liberados dos ciudadanos italianos, el turista Nicola Chiacchio y el sacerdote misionero Pier Luigi Maccalli, que fue secuestrado en septiembre de 2018 en Níger, cerca de la frontera con Burkina Faso. Los dos aparecieron en un vídeo como muestra de supervivencia en abril de este año.
"Los exrehenes están de camino a Bamako, la capital", reportó la Presidencia de Mali, que agregó en un comunicado que las liberaciones fueron posibles gracias a los esfuerzos de los servicios de seguridad del país y aliados internacionales, sin entregar más detalles. Entre tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Italia elogió la colaboración entre sus equipos de inteligencia, su personal gubernamental y las autoridades de Mali.
Además, fue puesto en libertad el político y líder opositor maliense Soumaila Cisse, secuestrado en el mes de marzo. "Las autoridades de transición expresan su más sincero agradecimiento a todos los actores nacionales y extranjeros que, de cerca o de lejos, han contribuido a este feliz resultado", dijo Ousmane Issoufi Maiga, jefe de la unidad de crisis en la presidencia de Mali.
Estas liberaciones son consideradas una victoria significativa para el liderazgo interino de Mali, que atraviesa una transición de 18 meses de regreso a un gobierno civil, después del derrocamiento del presidente Ibrahim Boubacar Keita el 18 de agosto. En este país operan distintos grupos yihadistas que principalmente tienen entre sus blancos al Ejército y las fuerzas de la misión de la ONU (Minusma). Sin embargo, también recurren a secuestros para obtener el pago de rescates.
Según las autoridades, las pesquisas de rehenes también son ejecutadas por grupos de delincuencia común que "venden" a sus retenidos a los grupos yihadistas. Estas transacciones tienen como consecuencia el retraso de las negociaciones por su liberación.