La renta de ciudadanía, condicionada a la búsqueda de empleo, fue el adalid del Movimiento Cinco Estrellas en su momento. El ex primer ministro Conte la defendía hace unos días a pesar del escándalo que ha saltado esta semana a los medios de comunicación de corrupción. La polémica ha saltado en Italia al conocerse el desfalco de hasta 48 millones de euros durante los últimos tres años, desde 2019 a 2021, por parte de grandes jefes de la mafia y sus familias que ocultaban información en las solicitudes y podían seguir accediendo a esta ayuda estatal.
Según la fiscalía que investiga el caso de corrupción, este año han sido descubiertos 41 millones de euros en una investigación que incluye a unas 2.441 personas y que fue llevada a cabo por un comando interregional de los Carabineros Ogaden, que centran su actividad en las regiones de la Campaña, Apulia, Abruzos, Molise e Basilicata. “Hay muchas otras investigaciones que se encuentran en curso en este momento a lo largo y ancho de toda Italia”, explica Fabio Basile, profesor de Derecho Penal y coordinador del Doctorado en estudios sobre la criminalidad organizada de la Universidad de Milán.
A la renta de ciudadanía, que está condicionada en Italia a la búsqueda activa de empleo, se accede mediante una solicitud que incluye una “autodeclaración”. “Este es el gran problema porque facilita ocultar los datos de antecedentes penales, procesos legales en curso de los propios solicitantes o de los familiares”, explica Basile. Así los infractores, en esta investigación claramente relacionados con los nombres de la mafia, figuran incluso grandes boss, pueden evitar declarar también bienes en su posesión. “Esto es posible porque la administración no cuenta con bases de datos actualizadas para hacer controles fiables”, añade.
“Tendría que haber un sistema en el que, una vez introducido el nombre y apellido del solicitante, se pudiese bloquear al momento la solicitud”, explica Basile. Este sistema ineficiente ha impedido que, por ejemplo un señor de Táranto, que era el dueño de 17 coches u otro a Avellino, que tenía un Ferrari, no fueran frenados en la percepción de la ayuda. “Este fraude, que en el fondo es una manera más de la mafia de acumular dinero, es particularmente escabroso porque es un dinero público destinado a personas en situación de necesidad. Lo que ha salido esta semana es una confirmación más de la tendencia de la mafia a defraudar de forma cada vez menos escandalosa y violenta y más en la sombra”, explica el experto.
Para acceder a la renta de ciudadanía italiana se deben certificar 10 años de residencia en Italia y se tiene que realizar una solicitud a la que mucha gente en situación de pobreza, denuncian las asociaciones, no sabe o no puede acceder. A pesar de la notoriedad del suceso las personas denunciadas, según los datos de las autoridades 3.484, suponen solo el 0,1% de aquellas interesadas en la ayuda, que en julio eran casi tres millones de personas en Italia. “Que haya salido la noticia es muy positivo, significa que se están haciendo los controles efectivos y que se están aislando las irregularidades”, añade Basile. “Es importante también la colaboración de todos los ámbitos de la sociedad, nadie tiene que sentirse ajeno al problema de la mafia”, dice.
La medida central del proyecto ideológico del partido M5S ha pasado por diversas fases. Draghi quiso mantenerla pero con modificaciones, fue uno de los acuerdos que más costaron y que mantuvo los presupuestos de la recuperación de este 2021 en vilo hasta el final. Finalmente, en esta nueva etapa económica para Italia, la renta de ciudadanía se cancelará cuando la persona que la recibe rechace dos ofertas de trabajo y se rebajará 5 euros cada 30 días a partir de los seis meses de recibida la primera vez. De esta forma se busca incentivar la búsqueda activa de empleo.
El ministro de Exteriores de los Cinco Estrellas, Luigi di Maio, insistía esta semana: “Los fraudes tienen mayor notoriedad pero aquí estamos para reivindicar la ley”. El experto en mafia, Fabio Basile, reconoce que ahora comienza la pelea para recuperar ese dinero que es del Estado, se conseguirá pero será “faticoso” (cansado).