El huracán Dorian, de categoría cinco, la máxima, amenaza el sureste de los Estados Unidos tras arrasar buena parte del archipiélago de Bahamas.
Las imágenes que llegan muestran la destrucción dejada por Dorian en las islas caribeñas. Un niño de ocho años ha muerto ahogado y se teme que haya más fallecidos en las zonas que han quedado aisladas.
En máxima alerta se encuentra ahora la costa sur este de los Estados Unidos, donde no saben aún dónde puede impactar este peligroso huracán.
Lleva horas planeando con su halo de destrucción sobre las Bahamas, esas islas con nombre de paraíso, convertidas ahora en infierno. Allí han sufrido la furia de un huracán categoría 5 que ha dejado varios desaparecidos y hasta un niño de 8 años fallecidos; y después del viento rabioso ha llegado la lluvia que ha convertido las casas en piscinas de muebles flotantes.
Las cámaras graban al ministro de agricultura del país desde su casa, donde las olas de la inundación golpean los cristales del segundo piso. Muchas horas de Dorian en la isla de Gran Bahamas, causando, según el primer ministro una devastación sin precedentes.
Ahora se desplaza despacio hacia Florida, degradado a una todavía fortísima tormenta categoría 4, y aunque es difícil que tome tierra sobre la península, las precauciones son todas.
Las calles desiertas y todo el litoral evacuado; más de un millón de personas, obligadas a dejar sus casas entre Florida, las dos Carolinas, Georgia y Alabama.