Una mujer preparaba la comida de sus hijastros con veneno para pulgas, en Brasil

  • Cíntia Mariano Dias Cabral fue detenida por la presunta muerte de su hijastra Fernanda Carvalho Cabral

  • La mujer de 49 años sirvió frijoles con veneno para pulgas a sus dos hijastros

  • La presunta asesina, Cíntia Mariano, visitaba a su hijastra en el hospital todos los días

Cíntia Mariano Dias Cabral, de 48 años, es sospechosa de la muerte de su hijastra, Fernanda Carvalho Cabral, de 22 años, y acusada de intentar matar a su hijastro con frijoles envenenados, en Río de Janeiro, Brasil. La joven presentó los mismos síntomas que su hermano en el mes de marzo, pero tras dos semanas ingresada en el hospital, murió el domingo pasado, según el Universal.

Frijoles envenenados

Aproximadamente durante un año estuvieron viviendo con su padre y su madrastra los dos hermanos, de 22 y 16 años. En la tarde del 15 de mayo, Fernanda ingresó en el Hospital Municipal Albert Schweitzer con mareos, lengua torcida, babeo y con la piel blanca tras comer un plato de frijoles cocinado por Cíntia. Poco después, su hermano comenzó a sentir los mismos síntomas. El joven también fue hospitalizado y tras un lavado gástrico y actualmente sigue internado.

Durante la investigación, la Policía encontró veneno para pulgas en la cocina de la mujer, quien se presentó en la comisaría junto a su abogado antes de que se decretara la detención provisional. Sin embargo, la acusada guardo silencio.

La madrastra los visitaba en el hospital

La madre de los jóvenes, Jane Carvalho Cabral indicó que la mujer los visitaba en el hospital como "si nada hubiera pasado".

“Visitaba a mi hija en el hospital todos los días como si nada hubiera pasado. Y me abrazó en el funeral, aunque no parecía conmovida. Pero, hasta entonces, solo pensaba que era su manera de ser" explica la madre de las víctimas, quien denunció el caso a la policía e inició una campaña por la justicia en las redes sociales.

En un video de casi media hora publicado en Instagram, Jane habló sobre la lucha por la justicia para sus hijos: “No hay lágrimas en tus ojos. Hoy hay sangre en sus ojos. Por código. Para la justicia. Por la victoria. Para mi familia”. Narró que el hecho de que los dos jóvenes tuvieran exactamente los mismos síntomas “después de una comida en casa de su madrastra y su padre” generó sospechas de que Fernanda, cuya muerte hasta entonces se daba por natural, también podría haber sido envenenada.

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