Una imagen para la reflexión: niños jugando en un balancín a uno y otro lado de la valla que separa México y EEUU

  • Un arquitecto ha instalado los balancines justo en el muro fronterizo

  • Denuncia la intransigencia y política de mano dura de Trump contra los inmigrantes

  • "Somos iguales y podemos estar juntos, jugando y divirtiéndonos", clama el arquitecto

La intransigencia y la política de mano dura de Donald Trump contra los inmigrantes que intentan saltar la valla convenció a Ronald Rael, profesor de Arquitectura de la Universidad de California, de que era el momento de llevar a cabo una idea que llevaba tiempo rondándole en la cabeza: instalar un balancín justo en la valla que separa México de Estados Unidos.

“Usar un sube y baja muestra que somos iguales, y podemos estar juntos jugando y divirtiéndonos”, explica él, después de que haya dado la vuelta al mundo la imagen de varios niños jugando y sonriendo a uno y otro lado de la frontera, disfrutando de su idea.

En segundos, el muro cambió de cara y de color. El rosa del balancín y las risas traspasaron los barrotes de acero, pese a hacerlo, eso sí, con los soldados como testigos.

Los balancines instalados han unido por unas horas a los niños y no tan niños de Ciudad de Juárez con sus vecinos de Sunland Park, en el estado norteamericano de Nuevo México, dejando con ello una imagen para para la reflexión de aquellos que aún se empeñan en levantar muros, separar familias y destruir los sueños de quienes solo buscan una vida mejor; una vida digna.