Lo que parecía un día tranquilo para los bañistas que disfrutaban de la playa en Estados Unidos, se vio interrumpido por una avioneta que tuvo que aterrizar de emergencia. Muchos curiosos se acercaron a la orilla para observar la aeronave, que dejaba a todos boquiabiertos.
El piloto viajaba solo, cuando el motor falló y tuvo que aterrizar de emergencia. Conseguía salir con heridas leves, sin tener que ser trasladado al hospital. A pesar de que había gran cantidad de personas en el agua, nadie salió herido.