Un profesor reacio a la vacuna se arrepiente tras "mirar a la muerte a los ojos"

  • Abderrahmane Fadil, de 60 años, había rechazado el pinchazo el pasado febrero

  • Este padre de dos niños considera que la negativa fue "el mayor error" de su vida

  • Fadil, que se recupera en casa, llegó al hospital "jadeando" y necesitó oxígeno

Abderrahmane Fadil, de 60 años, es un profesor de la localidad inglesa de Bradford que se había mostrado "un poco reacio" a recibir la vacuna contra el coronavirus. Ahora, después de pasar nueve días ingresado, durante los cuales "miró fijamente a la muerte a los ojos", sabe que rechazar el pinchazo en febrero fue "el mayor error" de su vida.

Fadil, que vive con su esposa, Khadija, y sus dos hijos, Rayan, de nueve años, y Aryan, de siete, dijo a la cadena BBC que jamás creyó que se contagiaría de covid-19, y mucho menos que iba a enfermar de esa gravedad. "Nunca olvidaré cuando los médicos me estaban bajando las escaleras y mis hijos lloraban y me miraban. Me llevaron directamente para el tratamiento de oxígeno", explicó. Fue, sin duda, "una de las escenas más tristes" de su vida.

Eso le ha llevado a instar a la gente a vacunarse y es que él llegó al centro clínico "jadeando" y "con la temperatura disparada". "El covid-19 no es algo con lo que jugar. No es una broma. La vacuna es un salvavidas para la humanidad. Es vital para sobrevivir", indicó.

Fadil dijo que tiene familia en todo el mundo que viajó para verlo, pero que no pudieron visitarlo y oraron por él. Añadió que el Servicio Nacional de Salud británico (NHS) le salvó la vida y que, una vez que esté completamente recuperado, le gustaría ofrecerse como voluntario para ayudar.

El doctor Tanveer Khalid manifestó que el señor Fadil "ha tenido mucha suerte. Estaba muy mal cuando llegó y necesitó terapia de CPAP (presión positiva continua en las vías respiratorias) para salvar la vida". Agregó que, si bien le agradaba que el paciente estuviera de vuelta en casa, esperaba que la gente escuchara su mensaje y recibiera la vacuna.

Un estudio del King's College de Londres y la Universidad de Bristol mostró que el 52% de las personas en el Reino Unido que eran antivacunas el pasado mes de diciembre ahora han cambiado de opinión y tenían su pinchazo.

Actualmente hay un impulso para alentar a más personas, especialmente las de orígenes de minorías étnicas, a presentarse y recibir la vacuna.