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El rey de Marruecos Mohamed VI es uno de los monarcas más ricos del mundo después de haber acumulado un patrimonio 5.000 millones de euros.
Heredó una gran fortuna de su padre Hassan II pero en sus dos décadas como jefe del Estado marroquí podría decirse que no ha perdido el tiempo.
Tras la muerte de su padre en 1999 apostó por reducir el periodo de duelo público para que el país volviera a la actividad comercial lo antes posible. Desde que tomó posesión como líder supremo del país africano, Mohamed VI ha marcado distantes con el reinado de su padre y ha sido identificado por un carácter pragmático y ambicioso en lo económico.
Junto al resto de los miembros de la realeza marroquí, Mohamed VI se beneficia de los 250 millones de euros que el país destina a la familia real. Hace poco más de 5 años, su fortuna ascendía superaba ya los 5.000 millones.
La revista Forbes publicó una edición en la que situaba al rey de Marruecos como uno de los hombres más ricos del mundo y su riqueza se situaba por encima de la de la reina de Inglaterra Isabel II o la de Alberto de Mónaco.
Entre su patrimonio, se pueden encontrar palacios, coches de lujo, y todo tipo de bienes materiales. El monarca cuenta con 12 palacios y más de 1000 sirvientes por un precio de un millón de euros al día. En Rabat, la capital del país, se encuentra el edificio más grande y suntuoso en el que Mohamed VI recibe a los jefes de estado de todo el mundo.
La lista de patrimonio de Mohamed VI se prolonga de manera interminable e incluye un palacio en Francia que sirve de residencia a su madre Lalla Latifa.
Además en la ciudad de Marrakech se encuentra el que está considerado el hotel más lujoso del mundo. Situado en una de las zonas más emblemáticas de la ciudad, es atendido por 500 empleados y dispone estancias privadas con una superficie de más de 850 metros cuadrados.
Uno de los yates más grandes del mundo, el Badis I, es también posesión de Mohamed VI. La embarcación de 70 metros de escolare está considerada como uno de los veleros más lujosos del mundo. Coches, relojes y aviones privados completan una lista multimillonaria que sitúa a Mohamed VI como uno de los hombres más ricos de África.