Las altas temperaturas y las fuertes rachas de viento han avivado este sábado nuevos incendios cerca de Sídney.
Las llamas han obligado a cortar una de las principales autopistas de la zona y las autoridades han pedido a los residentes que desalojen sus casas. Los fuegos avanzan sin control y han devorado hasta el momento cerca de 35.000 hectáreas.
Canberra ha declarado el estado de emergencia debido a las condiciones meteorológicas para anticiparse a un fin de semana en el que se esperan nuevos focos.