Nada más poner un pie tanto en Dayton como en El Paso, en los escenarios de los tiroteos que este fin de semana han dejado 31 muertos, el rechazo a Donald Trump ,acompañado por Melania, se ha hecho sentir en las calles.
Con el bebé Trump hinchable incluido, cientos de personas se han manifestado en contra de la venta de armas. La tensión social es evidente y el presidente de Estados Unidos ha evitado cualquier contacto con el público al paso de su comitiva para visitar los hospitales donde se encuentran los supervivientes. Es el único momento en que hemos podido ver al presidente y a la primera dama, y es donde ha hecho las únicas declaraciones, rodeado del personal de emergencias a quienes ha agradecido su trabajado.
Estados Unidos está conmocionado tras estas dos masacres, por eso, antes de salir de Washington, por primera vez, Trump se ha mostrado partidario de hacer algún tipo de control a la venta de armas. Muchos le responsabilizan del aumento de la violencia por sus discursos que fomentan el odio contra los inmigrantes.