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Nadie sabe dónde caerá El Gordo, pero hay administraciones que parecen tener un imán para atraerlo. Cada 22 de diciembre, millones de españoles depositan sus esperanzas en un número y, a menudo, en una administración concreta. Algunas se han ganado a pulso su fama: por haber repartido el Gordo más veces, por atraer a colas kilométricas o por convertirse en auténticos templos de la superstición navideña. ¿Cuáles son esas administraciones donde el Gordo ha sonado una y otra vez?

Doña Manolita: la leyenda que nunca falla

Ninguna administración de Lotería ha construido una mística comparable a la de Doña Manolita, en Madrid. Fundada en 1904, esta administración ha repartido más primeros premios que ninguna otra en España. Aunque el número exacto varía según la fuente, algunos recuentos estiman que ha dado el Gordo más de 80 veces en distintos años y sorteos, no solo el de Navidad.

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En 2022, por ejemplo, vendió parte del Gordo (número 05490), reafirmando su lugar en el pódium. Las colas que se forman frente a su sede de la calle del Carmen, en pleno centro de la capital, llegan a dar la vuelta a la manzana durante semanas. Su fama no es casual, como demuestra el hecho de que Doña Manolita vendió el Gordo en 2018, 2019, 2020 y 2022. Una estadística que la convierte en objeto de peregrinación para supersticiosos y escépticos por igual.

La Bruixa d'Or: el fenómeno que revolucionó internet

En Sort (Lérida), un pueblo de poco más de 2.000 habitantes cuyo nombre significa “suerte” en catalán, se encuentra La Bruixa d’Or. Esta administración fue pionera en la venta online de décimos, y eso disparó su volumen de ventas. Desde entonces, ha repartido el Gordo en al menos cuatro ocasiones y ha entregado más de 30 premios mayores.

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La Bruixa d'Or es una de las administraciones que más premios ha repartido en la historia reciente del sorteo, y figura como una de las grandes ganadoras del siglo XXI.

La Bruja de la Suerte en La Bruixa d'Or

Otras administraciones que tienen estrella

La lista continúa con administraciones que, sin tanta fama mediática, acumulan una estadística envidiable:

  • Lotería Valdés, en Las Ramblas de Barcelona, ha vendido el Gordo en al menos seis ocasiones desde su fundación en 1905.
  • Lotería Manises, en Valencia, ha repartido más de 24 premios en los últimos años, incluidos varios Gordos, lo que la ha situado entre las más solicitadas del país.
  • El X de la Suerte, en O Porriño (Pontevedra), acumula más de 22 premios importantes, incluyendo tres primeros premios.
  • Lotería Sagasta, en Sevilla, es otra de las que aparece con frecuencia en el reparto de grandes premios en Andalucía.
  • Lotería Ormaechea, en Bilbao, repartió el Gordo en 1986 y en 2022.
  • La Pajarita, en Madrid, abierta en 1925, ha vendido tres Gordos y numerosos premios menores.

Todas ellas tienen en común un volumen de ventas alto y una clientela fiel. Pero sobre todo, comparten algo más poderoso que las matemáticas: una reputación construida a base de anécdotas, superstición y tradición.

¿Realmente tienen más suerte?

Desde el punto de vista estadístico, cada número del bombo tiene exactamente las mismas probabilidades de salir premiado. La diferencia radica en el número de décimos que cada administración vende: cuantas más series distribuye un punto de venta, más opciones tiene de repartir alguno de los grandes premios.

Por eso, administraciones como Doña Manolita o La Bruixa d'Or, con miles de ventas diarias, en tienda y por internet, aumentan su probabilidad de aparecer en los telediarios el 22 de diciembre.

Además, muchas de ellas venden décimos que luego se reparten por toda España mediante empresas, asociaciones o plataformas online. Esto hace que aunque el premio se “venda” en una localidad, realmente haya tocado en docenas de lugares.

No hay un patrón oculto, ni bolas calientes ni despachos con barita mágica. Pero la tradición pesa: comprar un décimo en alguna de estas administraciones forma ya parte del ritual navideño para miles de personas. La ilusión se mezcla con la estadística, y año tras año, muchos apuestan por comprar en las mismas manos que han dado el Gordo una y otra vez.

¿Volverán a acertar en 2025? Solo lo sabremos cuando el bombo empiece a girar.