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Si compras un décimo para el 22 de diciembre y otro para el 6 de enero, la pregunta lógica es: “¿Dónde tengo realmente más opciones de ganar?”. La intuición dice que la Lotería de Navidad “reparte más”, pero las matemáticas cuentan otra historia que podría ser bastante diferente.

El premio gordo: mismas opciones de que te toque casi “nada”

Tanto el Sorteo Extraordinario de Navidad como el Sorteo de El Niño funcionan con 100.000 números posibles, del 00000 al 99.999. Eso significa que la probabilidad de llevarte el primer premio en ambos casos es exactamente la misma: 1 entre 100.000, es decir, un 0,001 % de opciones de que tu número sea el agraciado.

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Navidad reparte 400.000€ por décimo en el Gordo, mientras que El Niño da 200.000€ por décimo al primer premio. Lo que nos hace llegar a la conclusión de que la probabilidad de llevarte “el gran pelotazo” es igual en los dos sorteos, solo cambia la cuantía del premio.

¿Dónde es más fácil que te toque “algo”?

La diferencia gordísima está en el reparto de premios menores y reintegros.

En Lotería de Navidad se calcula que 15.304 números de los 100.000 tienen algún tipo de premio (desde el Gordo hasta el reintegro). Eso supone aproximadamente un 15% de probabilidad de que te toque algo. De ese 15%, la mayoría son reintegros, hasta el punto de que alrededor de un 10% de los números solo recuperan lo jugado. De este modo la probabilidad de ganar más de 20€ por décimo ronda el 5%.

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En El Niño el diseño es deliberadamente más “amable” con el jugador y las estadísticas nos dicen que casi el 38% de los números salen premiados en El Niño, contando premios y reintegros. Al mismo tiempo, hay un 7,82% de posibilidades de obtener un premio de cualquier tipo, no solo recuperar la inversión. En definitiva, que el sorteo del Niño reparte más premios, aunque de menor cuantía, mientras que Navidad se concentra más dinero en los grandes premios.

En términos llanos, se puede decir que con un décimo de Navidad, lo normal es no ganar nada (aprox. 85% de las veces). Por su parte, con un décimo de El Niño, las probabilidades de rascar al menos reintegro son sensiblemente mayores (cerca de 1 de cada 3 números). Al final, por tanto, se trata de una elección casi filosófica. Si buscas “el gran sueño”, Navidad es más atractiva por las cuantías. Si, en cambio, prefieres tener más posibilidades estadísticas de llevarte algo a casa, el Niño es objetivamente más favorable.

Lo único que no cambia en ninguno de los dos es la conclusión clave que repiten matemáticos y estadísticos: son juegos de azar puro, todos los números tienen la misma probabilidad y la única forma de aumentar tus opciones es… comprar más décimos.