Lo que un policía recomienda hacer si alguien aparca en tu plaza de garaje

Plaza de garaje
No todos los vecinos entienden por qué cada plaza de garaje está numerada. Unsplash
  • Al ser una propiedad privada, las actuaciones policiales en estos casos son bastante limitadas. Tampoco entra en las competencias de la grúa municipal.

  • La Policía recomienda resolver el incidente por medio del diálogo, a ser posible con testigos como vecinos, conserje o presidente de la comunidad.

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La plaza de garaje es una propiedad individual incluso en el caso de los garajes comunitarios. Estas están divididas en el espacio común, numeradas y asignadas a un vecino concreto. Sin embargo, puede que un día te encuentres con que alguien ha aparcado en tu aparcamiento, sin saber muy bien qué pasos hay que seguir a continuación. Si tú también te has preguntado qué hacer si aparcan un coche en mi plaza de garaje, esta es la recomendación de las fuerzas del orden. 

La recomendación de la Policía

En el caso que nos encontremos a alguien estacionado en nuestra plaza de garaje, hay una serie de acciones que llevar a cabo, según el criterio de la Policía. En primer lugar, se debería calibrar el nivel de la ofensa. No es lo mismo que un vecino haya aparcado momentáneamente para bajar las bolsas de la compra, que un familiar de un vecino se haya aprovechado de nuestra plaza o que sea otro vecino el que por costumbre se piensa que tiene una plaza extra de regalo y nos deja a nosotros sin poder disfrutar de nuestra propiedad. Siempre hay casos y casos.

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Sea cual sea el problema que hayamos tenido con respecto a un usuario usurpando nuestra plaza de garaje, hay que tener en cuenta que este problema entra dentro del ámbito de la propiedad privada, por lo que el consejo de la Policía es mantener la calma mientras localizamos al propietario del vehículo.

Como decíamos, hay casos en los que, por injusto que nos haya parecido la acción, no pasará a mayores y simplemente con diálogo el vecino nos pedirá disculpas por haberse aprovechado momentáneamente de nuestra plaza y liberará la misma. Si las cosas se complican y se ponen tensas, o simplemente si queremos curarnos en salud, lo recomendable es que en esta advertencia haya testigos que actúen como neutrales, con ejemplos como el portero o conserje de la finca o el presidente de la comunidad de vecinos.

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De hecho, la figura del presidente o presidenta de la comunidad es clave cuando hay que escalar las cosas. Este vecino electo es el responsable de comunicar a los vecinos ―y hacer cumplir― las normas de convivencia que se hayan fijado en junta vecinal. Por tanto, si nos hemos encontrado con que no solamente tenemos un vecino caradura, sino que encima no quiere colaborar, el presidente debería ser entendido como un mediador que trate de que la cosa no acabe llegando a instancias legales.

Puede parecer inverosímil, pero hay casos de usurpaciones de plazas de garaje que acaban en los tribunales. En ese caso, resultaría clave la presencia de vecinos que actúen como testigos de lo sucedido (llevarías algo de adelanto si los has llevado al diálogo inicial) y recoger pruebas fotográficas del vehículo que está ocupando tu plaza. La plaza de garaje es considerada parte de la propiedad total del inmueble, junto con la vivienda y trasteros, y, como tal, ocuparla sin autorización del propietario puede considerarse un delito de usurpación de inmuebles, tal y como recoge el artículo 245.2 del Código Penal español. “Quien ocupe, sin autorización debida, un inmueble, vivienda o edificio ajenos que no constituyan morada, o se mantenga en ellos contra la voluntad de su titular, será castigado con una multa de tres a seis meses”.

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Un caro error que conviene no cometer

Llegados a este punto, puede que estés pensando ‘¿por qué no llamar a la Policía y que se lleve el coche la grúa?’. Pues bien, no es tan sencillo como parece. Precisamente porque la plaza de garaje comunitaria se considera parte de una propiedad privada, no llega ahí las competencias de las autoridades policiales como sí pasaría por ejemplo si quien aparca mal lo hace en la entrada de tu vado (ni siquiera uno mismo puede aparcar en su propio vado). 

Entonces, tampoco podríamos acudir a una grúa que retire el vehículo. De hecho, esto puede ser un grave error que te cueste a ti dinero. Algunas comunidades tienen acuerdos con compañías de grúas privadas, pero suelen ser la excepción. Si es el caso, te podrían ayudar en la retirada del vehículo okupa y posteriormente cargar al vecino infractor los costes del servicio. 

Sin embargo, no suele ser lo habitual y si los nervios te invaden y tomas la decisión de llamar tú a un servicio de grúa, puede que resuelvas el problema, pero la factura irá a tu nombre y puede ser bien cara, habiendo hecho que, de un perjuicio a tu persona, acaben siendo dos. No solo eso, el dueño del vehículo que ha ocupado nuestra plaza sin nuestro consentimiento, por muy caradura que haya sido, puede llegar a denunciarnos al haber causado nosotros que se convierta en víctima de una retirada indebida, pudiendo presentar una denuncia contra el propietario de la plaza de garaje; nosotros.

Si el problema persiste y tienes un vecino que no entra en razones y te causa más problemas que un personaje de La que se avecina, una buena solución a la larga podría ser la instalación de una barrera en tu plaza de garaje. Estos accesorios con forma de horquilla pueden ser levantados cuando no estés e impiden que alguien aparque. No son demasiado caros, pero tienen un par de pegas. Hacen que tú vayas a aparcar peor al tener que ajustar los neumáticos a los lados y, sobre todo, necesitarías el permiso de la comunidad de propietarios para proceder a su montaje.