Vinilos, confesiones y anécdotas en el refugio musical de Julián Ruiz, de 'Plásticos y Decibelios'

  • El productor musical y comunicador expone 867 vinilos en el Centro Conde Duque de Madrid

  • Es una selección hecha tras seis meses de descartes del millón de discos que acumula

  • Accedemos a su sanctasanctórum, donde guarda miles de vinilos, cedés y películas

La idea de entrar en la casa de Julián Ruiz da vértigo. ¿Qué tendrá guardado allí dentro este fanático coleccionista de discos, productor musical y comunicador, alguien que se hizo millonario produciendo a Tino Casal o a Alaska, que aderezaba su mítico Plásticos y Decibelios de los 40 ó M80 con anécdotas personales de Paul McCartney o Mick Jagger?

Ni siquiera hemos penetrado en la vivienda y ya nos cuenta que estuvo con el cantante de los Rolling en su reciente gira en España, que le vio ya muy cansado y sobrepasado, o que el de Liverpool se ha aficionado recientemente al vino y se llaman mutua e irónicamente “Sir Julian” y “Sir Paul”, pues es sabido que el exBeatle reniega de ese título.

Este es mi refugio nuclear”, anuncia Julián Ruiz al entrar en una imponente sala llena de vinilos, películas, cedés, una gran pantalla de cine y una mesa de billar tapada, sobre la que fotografiamos algunos vinilos que no han sido seleccionados para la exposición que hasta septiembre se puede disfrutar en el Centro Conde Duque de Madrid (entrada gratuita). La criba no fue fácil. Julián calcula que tiene un millón de discos. Tras una primera selección quedaron en 600.000, luego en 4.000, y definitivamente 867, los que se exhiben en la muestra.

Julián Ruiz se mueve como león enjaulado de un lado de la estancia: “mira este vinilo”, “qué me dices este otro”, y un disco de rock lleva a una banda sonora, que lleva a una película, que lleva a un libro e inevitablemente a una anécdota. Porque tras 60 años de carrera este entusiasta de la música es un repositorio de historias: las confidencias de Frank Sinatra antes del concierto del Bernabéu en el 1986, de Madonna sobre el sexo como moneda de curso legal en la música y el cine, etc, etc.

Pregunta: Si te pido otra purga de vinilos, con cuáles te quedarías…

Respuesta: Menuda pregunta… No sé. Quizá Sgt. Pepper's de los Beatles, Let It Bleed  de los Rolling, Blonde on Blonde de Bob Dylan, Forever Changes de Love, quizá el disco que más he oído en mi vida. 

P: Algo más moderno.

R: El Hunky Dory de Bowie

P: A partir de los 90.

R: Me gustó el primero de Arcade Fire. También el 1999 de Prince. Conmigo tenía complejo, porque yo soy alto, y él llevaba tacones. Era un tío muy raro.

P: A partir de los 2000.

R: Coldplay. Chris Martin escribió el prólogo de mi libro Plásticos y Decibelios. Confiesa que le enseñé muchas cosas. La primera entrevista que le hice casi fue más de él a mí. Ahora se ha perdido: Hollywood le ha matado. Le ha metido en una realidad ficticia. Me contó una anécdota con Gwyneth Paltrow. Dijo que un día tenían que ir a cenar ambos con el padrino de ella. Chris no sabía quién era. Luego descubrió que era Steven Spielberg.

P: Hollywood...

R: A mí me dijo Madonna una vez: tú no sabes los favores sexuales que se hacen para medrar en esta industria. Hay gente que si no está en el candelabro (como decía la otra), se mata.

P: Spotify.

R: Ese tío es un ladrón, lo que paga a los artistas, por canción… Odio al sueco ese.

P: Tú has ganado mucho dinero.

R: Cuando gané 100 millones no sabía qué hacer con tanto dinero. Estoy hablando del año 80. Hay discos míos como Elbosco que han vendido tres millones de copias. Eso la gente no lo sabe. Y luego están mis 14 números 1 en ventas, y 64 números 1 en los 40 Principales.

P: ¿Cuál es el secreto para conseguir un número 1?

R: Que si lo buscas no sale. Yo pensé que Horror en el supermercado de Alaska y los Pegamoides ni lo iban a publicar, y fíjate…

P: ¿Es cierto que los músicos de la movida no sabían tocar?

R: No tenían ni idea.

P: Tino Casal.

R: Eloise, ¡cómo está cantado! Brutal. Y detrás cien tíos de una orquesta. Tardé una semana en hacer la mezcla.

P: Mick Jagger.

R: Tú le das un güisqui y se marea. No bebe nada. Yo cené una vez con Bono y con él. Nosotros comimos un filete, Jagger un plato de lechuga. Me dijo textualmente: “Los fans de los Rolling Stone son más fascistas que Franco”, no les gusta nada de lo que hagas fuera del grupo.

P: ¿Cómo le has visto ahora en Madrid?

R: Muy arrugado (se ríe). Y muy cansado.

P: ¿Por qué sigue haciendo giras?

R: Qué haces si no. Es adrenalina de vida.

P: Paul McCartney.

R: Es como el Amadeus de Milos Forman. Parece tonto y luego hace obras maestras. Compone Yesterday y piensa que se la ha copiado a Nat King Cole. Está tocado con una varita mágica. En Get Back se ve claramente que los otros eran unos mantas.

P: Precisamente, ¿qué te pareció ese documental?

R: Largo, aburrido. Pero se ve que se odian. Y luego está la bruja, Yoko Ono, aunque me quiere mucho, me hizo el tarot.

P: ¿Cómo te pueden gustar a la vez los Rolling Stones y los Beatles?

R: Porque soy ecléctico. Es como la política, ahora o eres de derechas o de izquierdas. Pues no. Y si soy centrífugo, qué pasa.

P: ¿Quién ha sido más determinante en la historia de la música, Bob Dylan o Paul McCartney?

R: El propio Bob dice que es Paul.

P: Bruce Springsteen.

R: Nunca me ha gustado. Y le conozco. Le caí muy bien. Me dio tres púas. Es muy buena persona. Muy sano, como un camionero americano.

P: Dime algún grupo bueno de ahora.

R: Tame Impala, Sondre Lerche

P: Digo del mainstream.

R: No me interesa. ¿Qué quieres, que te diga algo de Harry Styles? Ha hecho lo mismo que The Weeknd: copiar el pop de los 80.

P: ¿El rock de ahora?

R. No hay. Jimmy Page me dijo que en rock ya no se puede hacer nada nuevo.

P: ¿Hans Zimmer o Ennio Morricone?

R: Ennio. Una vez me confesó que tenía que hacer ocho bandas sonoras en seis meses. ¿Y cómo lo haces?, le pregunté. “Me levanto pronto por las mañanas -me contestó-. No veo antes las película, sé los momentos de tristeza, de alegría, y así las voy haciendo”. ¡Es un genio! Eso sí, copiaba mucho a Mahler. Érase una vez en América tiene mucho de la Quinta de Mahler. 

P: Pero es difícil no copiar o inspirarse en algo previo.

R: Al único al que no han cogido en una es a Paul McCartney. Es increíble. Por cierto, una vez estaba con él en un hotel de Roma. El pianista anunció que iba tocar Yesterday de John Lennon. Paul se frenó en seco, mirándole, pero no le dijo nada.

P: Qué te contó Nelson Riddle, el arreglista de grandes como Frank Sinatra o Nat King Cole.

R: Que Nat era un pesado, que Frank a veces no leía bien la partitura

P: Ejemplo de buen cantante pero mala persona.

R: Van Morrison. Lou Reed no tanto, solo tenía mala fama.

P: ¿Qué disco te hubiera gustado producir?

R: Técnicamente el mejor disco que he escuchado es Brothers in Arms, de Dire Straits.

P: ¿Qué te ha gustado más, producir o comunicar la música?

R: Producir. Un artículo como mucho tiene ocho ideas. Una canción necesita 80. Es un reto.

P: Cuando yo llegue a tus 72 años, ¿cómo lo hago para tener tu ilusión por todo?

R: Comiéndote la vida, que la vida no te coma a ti. Jaime Campmany me dijo: “La vida te pega unas hostias que te manda a la luna, pero si te levantas enseguida, el adversario se queda sorprendido y le matas”. Yo siempre me levanto.

P: ¿Y mantener una especie de ilusión infantil?

R: Quizá. Igual sigo teniendo complejo de Peter Pan, como Mick