Así es Sorbas, el pueblo almeriense con más de mil cuevas

Inés Gutiérrez 03 FEB 2025 - 04:30h.

MadridHay muchos lugares de España que merece la pena conocer, cada uno de ellos por un motivo diferente, porque cada rincón tiene algo que lo hace único y hace que merezca la pena el viaje, por eso las escapadas a destinos desconocidos se convirtieron en tendencia, porque en ocasiones, lo más complicado es escoger dónde ir. 

Sorbas no tiene ese problema porque todo aquel que escucha hablar de este pueblo almeriense lo apunta automáticamente en su lista de destinos deseados, lugares a los que merece la pena hacer una escapada y disfrutar de sus rincones únicos, la amabilidad de sus gentes y la maravilla de su gastronomía, pero es que además, este árido paisaje esconde una de las mayores bellezas de la zona, un impresionante barranco que hace que este pueblo se encuentre al borde del abismo.

Sorbas: el pueblo almeriense con más de mil cuevas

Son muy conocidas las Casas Colgadas de Cuenca, pero en Almería también hay un lugar que parece desafiar a la gravedad, Sorbas. Este pueblo se encuentra a menos de 70 kilómetros de la capital y es uno de los municipios más destacados de la localidad, además de por su estructura típicamente árabe, su entramado de callejuelas, por el Paraje Natural Karst en Yesos de Sorbas, que se encuentra a dos kilómetros del núcleo urbano y que es donde realmente reside la belleza del lugar, más allá de lo impactante que resulta el enclave de Sorbas, a orillas de un impresionante acantilado. 

Un paisaje en apariencia yermo que esconde bajo su superficie árida un entramado de más de mil cuevas, la mayoría de ellas conectadas; está considerada una joya geológica llena de estalactitas, estalagmitas, columnas y corales, de una belleza que quita el aliento. A lo largo de millones de años y tras la retirada del mar que dejó tras de sí una gruesa capa de yeso, la lluvia ha ido creando formaciones geológicas únicas, grietas y galerías que son un ejemplo de karstificación en yeso admirado internacionalmente.

Los visitantes más atrevidos pueden disfrutar de algunas de sus maravillas, como la Cueva del Agua, que alcanza un tamaño de 8 kilómetros, o la Cueva de Covadura, que desciende hasta los 120 metros de profundidad, siendo la más honda. Desde el Portal Ambiental de Andalucía también hablan maravillas de la  Cueva del Tesoro, que definen como “preciosa” y la Cueva del Yeso. 

Lugares únicos en el mundo, irrepetibles y que la naturaleza ha ido creando con tiempo y paciencia, y que ahora nos regala siempre y cuando no seamos claustrofóbicos, porque conviene recordar que se trata de cuevas excavadas en la tierra y muchas de ellas a gran profundidad, aunque no todas están abiertas al público general. 

Además de su paraje natural kárstico, el núcleo urbano de Sorbas también merece la visita, con su plaza de la Constitución, con su fuente, o la casa del duque de Alba y su roja fachada, su antiguo lavadero público, el horno árabe con más de 500 años o el Museo de la Lana.