Aterrizar un avión puede que no siempre sea una tarea sencilla, aunque si hay algo que caracteriza a estos viajes es la seguridad, ya que la probabilidad de accidente es prácticamente imposible. En España existen algunos aeropuertos que pueden ser un auténtico reto para los pilotos por su ubicación, condiciones meteorológicas o las características del terreno.

Aunque como pasajeros se haya podido crear una opinión sobre cuáles son los aeropuertos más complicados, la opinión más relevante es la de los pilotos, ya que son ellos los encargados de llevar sanos y salvos a los pasajeros a su destino.

El aeropuerto de Bilbao, conocido como La Paloma por su característica terminal diseñada por Santiago Calatrava, es el considerado como más complicado para aterrizar en España. Se encuentra ubicado en una zona montañosa y está rodeado de colinas, por lo que este aeropuerto es un reto tanto para los pilotos novatos como para los más experimentados.

Por qué es tan complicado

Bilbao es una ciudad donde la meteorología cambia constantemente. Las lluvias, el viento racheado y la niebla son fenómenos habituales que pueden afectar a la visibilidad y complica los aterrizajes.

Por otro lado, la orientación de las pistas del aeropuerto y su ubicación geográfica hacen que se generen fuertes vientos cruzados que pueden llegar a desestabilizar los aviones cuando se van a aproximar, obligando así a los pilotos a tener que realizar correcciones constantes en su trayectoria.

Además, se le suma que las montañas que hay alrededor del aeropuerto hacen que estas aproximaciones a la pista de aterrizaje tengan que ser más técnicas, debido a que los pilotos tienen que seguir trayectorias muy precisas para poder evitar cualquier obstáculo natural que puedan encontrar. Esto hace que las opciones de aproximación sean más limitadas y que el piloto tenga que tener una mayor pericia.

Como hemos mencionado, el aeropuerto se encuentra rodeado de montañas, por lo que la orografía del terreno tampoco ayuda y la proximidad que tiene el aeropuerto a zonas de viento cambiante hace que la presencia de turbulencias en la fase final del aterrizaje sean bastante comunes. Esto hace que la dificultad del aterrizaje sea mayor y que, además, sea algo bastante incómodo para los pasajeros.

Este aeropuerto también tiene la senda de aproximación más pronunciada, ya que lo común son 3 grados, y la del aeropuerto de Bilbao son 3,5 grados. Esto se debe a las montañas que hay a su alrededor, lo que hace que se requiera recoger con más tiempo al aterrizar.

Aeropuerto de Vigo

El aeropuerto de Vigo es otro de los más complicados para aterrizar en España. Se encuentra en una zona elevada, y presenta una combinación de problemas meteorológicos y geográficos que hacen que los aterrizajes sean todo un reto. Una de las razones es porque la ría de Vigo y las montañas están muy próximas al aeropuerto provocando que la niebla densa sea una constante.

A pesar de que no es el aeropuerto con la pista más corta de España, su longitud es limitada obligando a los pilotos a calcular con precisión su velocidad y ángulo de descenso. Además, Vigo está expuesto a fuertes vientos atlánticos que puedan hacer que el aterrizaje sea más complicado al dificultar la estabilidad del avión al realizarlo.

Aeropuerto de San Sebastián

El aeropuerto de San Sebastián es conocido por ser uno de los más complejos de aterrizar por su proximidad tanto a las montañas como al mar Cantábrico. Tiene una ubicación bastante complicada, se encuentra rodeado por la bahía de Txingudi y con la montaña Jaizkibel muy cerca, por lo que los pilotos tienen que realizar maniobras precisas para evitar obstáculos naturales.

Por otro lado, la pista es también corta, tiene 1.754 metros, por lo que los aviones tienen que aterrizar con extrema precisión para frenar a tiempo y evitar salir de la pista. A esto se le suma que el clima del Cantábrico es impredecible: con fuertes vientos, lluvias y niebla que pueden reducir la visibilidad y aumentar la complejidad del aterrizaje. Además, la cercanía del mar genera corrientes de aire que pueden desestabilizar los aviones en el descenso final.

Aeropuerto de La Palma

El aeropuerto de La Palma, ubicado en la isla canaria del mismo nombre, es otro de los aeropuertos más difíciles de aterrizar en España debido a sus peculiares condiciones geográficas y meteorológicas. Por un lado, la ubicación del aeropuerto en la costa este de la isla lo expone a fuertes vientos alisios que pueden generar turbulencias severas en la fase de aproximación. Además, la isla de La Palma tiene un relieve con montañas elevadas muy cerca del aeropuerto, algo que obliga a los pilotos a realizar maniobras precisas. También, la proximidad que tiene el aeropuerto al océano Atlántico genera variaciones meteorológicas inesperadas que pueden afectar la seguridad de la operación aérea.