Cocina internacional, recetas saludables o maridajes: los talleres de cocina temática son más que recetas, son lugares donde conocer gente nueva y pasar un rato divertido
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MadridAlrededor de una mesa de cocina caben muchas recetas, pero también conversaciones, recuerdos, risas o nostalgia. Cocinar, cuando se hace acompañado, tiene algo de ritual, algo de encuentro y también algo de sanación. Por eso, no sorprende que los talleres de cocina temáticos estén en auge: no solo se trata de aprender a preparar una receta, sino de disfrutar mientras se hace, con bromas, risas y conociendo a gente nueva.
Los talleres de cocina para adultos han comenzado a ganar terreno, pero no se trata de cursos de repostería ni una clase online para mejorar en el batch cooking. Es una actividad social presencial, donde se puede desconectar del piloto automático, conocer gente y reconectar mientras se cocinan platos de diferentes culturas y lo mejor, se degustan después.
Estos talleres proponen algo sencillo: un grupo de personas se reúne durante unas horas para cocinar recetas temáticas. Puede ser cocina tailandesa, japonesa, italiana o recetas saludables con alimentos de temporada. Lo importante no es el plato, sino toda la experiencia que sucede alrededor. Se suelen establecer grupos para realizar los platos, lo que da pie a conversaciones mientras se preparan los ingredientes, descubrimientos culinarios que no se habían probado, y la sensación de haber compartido un rato que va más allá de la receta.
¿Por qué ir a uno de estos talleres?
Cuando se es adulto, inevitablemente se entra en una rutina crónica, las relaciones sociales pueden quedar un poco desdibujadas, se necesitan planes que no incluyan a niños, ni trabajo ni pantallas. Se necesita desconectar para volver a conectar. Aquí es donde los talleres de cocina temática se convierten en un auténtico planazo.
Lo mejor de estos talleres es que no hay que ir con amigos ni tampoco conocer a nadie. Solo hay que presentarse, ponerse el delantal y dejarse llevar. Mientras se cocina, se puede conocer a gente interesante, con puntos de vista en común que disfrutan cocinando. Además, se producen conversaciones reales. No hay filtros, ni emojis, ni redes sociales. Solo personas alrededor de una encimera aprendiendo a cocinar platos de diferentes lugares. Ya que, cuando se termine el taller se habrá aprendido a cocinar ramen o pollo teriyaki, pero en realidad, también se queda un gran recuerdo, risas compartidas y una pequeña comunidad que puede ser efímera o no, ya que a veces, se dan amistades inesperadas.
Además, para asistir a estos talleres no hace falta saber cocinar. Están pensados para todos los niveles, con recetas accesibles, ingredientes conocidos y hay un profesional que, durante todo el proceso, sugiere, explica y acompaña para que la receta quede rica y no haya fallos. Siempre hay alguien que quiere redescubrir la cocina después de no haber cogido una sartén en años, y se disfruta mucho más.
¿Qué tipo de talleres se hacen?
Estos talleres de cocina temática no son simples clases de cocina: son eventos socioculturales que están cuidadosamente diseñados para mezclar aprendizaje, creatividad y convivencia. Se pueden encontrar talleres internacionales como cocina mexicana, tailandesa, india, peruana, coreana o italiana. En estos talleres se puede experimentar con sabores distintos y despertar la curiosidad cultural descubriendo platos nuevos pero exquisitos.
Por otro lado, se pueden realizar talleres de cocina tradicional reinventada. Se trata de recetas clásicas como potajes, paellas, guisos o postres familiares que han sido reinventados con sensatez, para poder adaptarlos a la cocina actual y continuar compartiendo recuerdos. Es ideal para reconectar con sabores propios y de la infancia.
Si lo que se busca es disfrutar de la cocina pero de manera consciente, también se imparten talleres donde se realizan menús equilibrados con ingredientes de temporada y técnicas sencillas. Es perfecto para personas que tienen una vida activa y quieren aprender recetas nuevas y saludables.
Luego hay talleres centrados en una técnica específica: arroces melosos, sushi, pastas artesanales, repostería, air-fryer creativa, cocina de aprovechamiento. Son talleres más concretos pero igual de divertidos donde se aprende bien la técnica de una receta mientras se disfruta de la compañía y la diversión de una experiencia enriquecedora.
Otros talleres son más especiales, se puede hacer la experiencia completa: taller más comida o cena y socialización, donde el reto gastronómico se convierte en un juego en equipo que termina con la degustación de los platos. También se puede combinar cocina con vinos o degustación de cervezas artesanales o talleres donde se mezcla la cocina con la historia haciendo una experiencia única.
Estos talleres son el plan ideal si se está cansado de hacer siempre lo mismo. El objetivo no es convertirse en un chef, sino de disfrutar de la experiencia mientras se conoce a gente afín. Se trata de poner las manos en la masa o de tomarse un vino mientras se aprende a hacer una receta nueva. Es sentir que la vida puede saborearse mejor cuando se comparte, y convertirse en una auténtica terapia.


