Inspirado en los trenes clásicos europeos, este servicio combina tradición, paisaje y sostenibilidad
Los europeos que gastan más y mejor en viajes son los mayores de 65 años
A partir de los 50 años muchos viajeros descubren que que es un momento ideal para buscar experiencias diferentes, de esas que mezclan comodidad, cultura y un ritmo más sereno. En ese sentido, los mercadillos navideños de Alemania se han convertido en un plan especialmente atractivo, al combinar tradición, gastronomía, artesanía y un ambiente acogedor. Una oportunidad perfecta para vivir una Navidad distinta y más auténtica.
Y pocas maneras más adecuadas de disfrutar de este festivo universo que el Espresso Mónaco, el tren nocturno que une Roma y Múnich atravesando el norte de Italia y los Alpes austríacos hasta llegar al corazón de Baviera. Se trata de una ruta espectacular a través de montañas nevadas, pueblos iluminados y valles cubiertos de hielo.
Viajar de noche
Este tren de FS Treni Turistici Italiani, inspirado en los clásicos convoyes europeos, recupera un estilo de viaje que combina sostenibilidad, la posibilidad de viajar durante la noche y un ritmo más pausado. Aunque sí hay que darse prisa para conseguir plaza porque la Christmas Markets Edition estará disponible solo en diciembre, con salidas desde Roma los días 5 y 12, y regresos desde Alemania los días 7 y 14.
El viaje comienza por la noche en Roma, lo que permite al pasajero aprovechar el trayecto mientras descansa. Los compartimentos están diseñados para favorecer el confort, con opciones que van desde asientos reclinables hasta cabinas con cama. Para viajeros mayores de 50 años, esta modalidad es especialmente conveniente: evita traslados a aeropuertos, esperas prolongadas y los cambios bruscos de altitud o temperatura que a veces acompañan a los vuelos.
Viaje slow
Una de las grandes ventajas de este trayecto es su enfoque slow travel. Nada de correr de un punto a otro. Aquí todo invita a recuperar el placer del viaje, ese que quizá muchos recuerdan de las excursiones en tren de su juventud.

Esta tendencia slow ha resurgido en Europa en los últimos años, impulsada tanto por la nostalgia como por la búsqueda de alternativas menos contaminantes. Por ello, FS Treni Turistici Italiani busca incentivar un turismo consciente, donde el trayecto se convierte en parte de la experiencia, evitando conexiones aéreas y reduciendo la huella de carbono.
El Espresso Mónaco no solo une dos capitales culturales europeas, sino que facilita un acercamiento directo al patrimonio navideño de la región alpina, haciendo paradas en Verona, Trento, Bolzano, Bressanone, Brennero e Innsbruck, entre otros destinos que parecen salidos de una postal y que cuentan con mercadillos menos turísticos y no tan masificados.
La experiencia a bordo cuenta con decoración navideña, luces, villancicos, servicio de bar y restaurante, donde se sirven platos típicos italianos y dulces de la temporada, así como un pequeño obsequio navideño para cada viajero. Una experiencia recomendable para disfrutar la Navidad desde otro ángulo.


