Desde el mar, la Isla de Oms nos recibe sinuosa y tranquila. Cada día de verano la visitan casi 2.000 personas. No hay cupos, pero el Parque Nacional se plantea limitar las visitas a este paraíso cercano de senderos, rincones escondidos y playas para perderse. Pero Oms guarda muchos más secretos, como su gastronomía, basada en lo mejor de estas aguas atlánticas y salvajes. Cesáreo las conoce bien. Con 71 años es uno de los pocos colonos que viven en Oms y, por lo tanto, uno de los pocos que pueden pescar aquí. Porque en pocos sitios el pulpo sabe como en Oms. Alfonso Díaz, gastrónomo y gran conocedor de los tesoros del Atlántico, nos lo muestra con esta ensalada de angulas mentirosas, sencilla e intensa. Un tesoro más de una isla con secretos por descubrir.