En el pueblo de 'El Olivar', en la comarca de la Alcarria, se produce un aceite único, no solo por su calidad, que lo sitúa como uno de los mejores aceites de España, sino también por su historia. El llamado 'oro líquido de la Alcarria' procede de 'la verdeja castellana', una variedad de aceituna en peligro de extinción que se cultiva en un olivar que perteneció a Felipe II y que éste regaló a la princesa de Éboli, importante personaje de la historia de España. Cinco siglos después, se ha recuperado el olivar y en honor a ésta se ha denominado al aceite, capaz de hacer de cualquier ensalada una delicia para el paladar, 'Aceite Ebolia'.