Piscina 'flotante' a 35 metros de altura: Londres inaugura Sky Pool entre dos edificios

  • Londres acaba de inaugurar su piscina flotante Sky Pool en la zona de Embassy Gardens

  • Con 148.000 litros de agua, la piscina se encuentra entre dos edificios a 35 m de altura

  • Fue construida con una sola pieza de acrílico, asegurada con un marco de acero en las esquinas

¿Quién dice que no es posible ver el ‘skyline’ de Londres mientras te haces unos largos? La recién inaugurada Sky Pool es solo apta para personas que no sufran de vértigo. Esta espectacular piscina ‘flotante’ ha sido construida a modo de ‘puente’ entre dos edificios a 35 metros de altura al suroeste de la capital inglesa. ¿Te atreverías a darte un chapuzón?

Mirar hacia abajo desde la nueva Sky Pool de Londres puede ser motivo de más de un mareo. Se encuentra en Nine Elms, al suroeste de la ciudad, con unas vistas que nada tienen que envidiarle al ‘London Eye’. Concretamente, se sitúa entre dos edificios de Embassy Gardens, no muy lejos de la embajada de Estados Unidos, en una zona mista de viviendas y empresas.

Así se sostiene Sky Pool

Alberga unos 148.000 litros de agua que se reparten en 25 metros de largo, por tanto en los momentos en los que está menos solicitada es posible nadar de una punta a otra mirando a través del cristal que la sostiene. El secreto de su estabilidad es una sola pieza de acrílico, asegurada con un marco de acero en las esquinas de la piscina. No olvidemos que los bañistas no son lo único que tiene que soportar la nueva Sky Pool, también las fuertes rachas de viento y el clima adverso de la capital británica.

Incluso aunque el edifico se tambalease ligeramente con el viento, los diseñadores de HAL Architects encargados de su construcción han pensado en todo. Un ligero margen que separa la estructura de la piscina de los edificios hace que sea más ‘flexible’ y no tan rígida, lo que evitará fracturas en caso de que se produzca ese ‘tambaleo’. La construcción fue creada en Colorado y después enviada a Londres.

Sin duda nadar en sus aguas debe sentirse casi como estar volando entre edificios emblemáticos. Una pena que tan solo los residentes de la carísima Embassy Gardens tengan acceso a ella, al menos por ahora.