La eyaculación precoz afecta al 30% de los hombres británicos pero la mitad de los afectados creen erróneamente que su problema no tiene solución.
Ya existen en el mercado aerosoles anestésicos y cremas que ayudan a retrasar el momento. Otros métodos para controlar la disfunción consisten en alternar paradas y aceleraciones durante el sexo, en técnicas de compresión, uso del condón para reducir la sensibilidad y el asesoramiento.
Todos han demostrado tener un éxito limitado.
Priligy ya está a la venta en algunos países europeos (entre ellos España) y se presenta como una solución más efectiva que las anteriores. Sin embargo, esta pastilla es muy cara - 76 libras (87 euros) por un paquete de tres pastillas- y sólo está disponible para hombres de entre 18 y 64.