7 señales de que todavía no has superado a tu ex

Superar una ruptura es una tarea difícil. No es como si se tratase de una enfermedad que se cura con pastillas milagrosas y dos semanas de reposo. Lo cierto es que no hay reglas, una duración concreta o consejos que valgan, solo paciencia, autocuidado y sinceridad.

¿Sinceridad por qué?, te estarás preguntando. La explicación es muy sencilla: porque los humanos somos expertos en el arte de autoengañarnos, y durante la ruptura esa tendencia al autoengaño aumenta tanto que a veces no sabemos quién habla, si nuestro corazoncito o nuestra capacidad de raciocinio.

¿Y cómo nos autoengañamos? Autoconvenciéndonos de que todo está superado, de que ya no sentimos absolutamente nada por un ex, de que no duele verle con otra persona, de que no nos molesta que nos hablen de él y de que le hemos perdonado por todas sus cagadas, porque, admitámoslo, a veces no es así. El problema es que cuesta mucho reconocer que todavía hay sentimientos y no solo de amor. También puede ser rencor o decepción que no sabes como gestionar, o incluso unas expectativas irracionales de que podáis ser amigos algún día. Pero, ¿cómo saber si ese es tu caso? Atendiendo a las señales de que todavía hay una herida sin curar.

1. Stalkearle es tu nuevo hobby

Revisar todas sus redes sociales públicas se ha convertido en un paso más de tu rutina. Por las noches, te metes en la cama, abres Instagram y buscas su perfil para ver si ha publicado una nueva foto o story –story que te las ingenias para ver sin que sea muy cantoso–. También su Twitter, su Facebook y si me apuras, su perfil de LinkedIn. Sé que a corto plazo te tranquiliza saber qué ocurre en su vida, pero stalkearle obsesivamente no te va a permitir avanzar.

2. Pasas de la idealización a la demonización

Para ti, tu ex no es una persona normal. A ratos es lo mejor que te ha pasado en tu vida, alguien increíble, el tren que perdiste, un regalo para la persona que acabe a su lado, y de repente… Baja a los infiernos. Algo cambia y ya no es el hombre o la mujer de tu vida. Es quien te hizo daño, quien no te merece, quien te ha hecho un favor cortando.

Superar a un ex significa unir esos dos extremos. No es ni la persona ideal ni lo peor que te ha pasado y te pasará en la vida. Simplemente es una persona que formó parte de tu historia y que ahora ha tomado otro camino.

3. Haces interrogatorios a los amigos en común

Si cada vez que ves a un amigo en común te las ingenias para preguntarle cada mínimo detallito de la vida de tu ex, quizá no lo tienes del todo superado. Sé que quieres saber si está bien, si ha conocido a alguien o si lo está pasando mal, pero pones en un aprieto a ese amigo/a y, además, la información no siempre te tranquilizará. ¿Qué ocurre si te dicen que tiene nueva pareja? ¿Estás preparado/a para saber que te ha superado? ¿Y qué vas a hacer si te dicen que está fatal, que te echa de menos y que quiere volver? ¿Realmente quieres retomar la relación?

4. Pagas tu rencor con su nueva pareja

Te has enterado de que lleva varias semanas conociendo a alguien, quizá hasta los has visto juntos en una terraza, en el cine o paseando. ¿Asumes que ha rehecho su vida? ¡No! Te autoconvences de que esa nueva persona es lo peor de lo peor, aunque no la conozcas de nada. Fea, ridícula, egoísta y todos los atributos negativos del diccionario se convierten en la definición de su nuevo ligue o pareja, y eso es bastante injusto.

5. Le presionas para que seáis amigos

Si tu ex quiere mantener una amistad y ambos estáis preparados para ello, genial, pero si no es así deja de presionarle porque vais a haceros mucho daño mutuamente. Tras una ruptura necesitamos curar nuestras heridas por separado dejando que quienes nos cuiden sean nuestros amigos o familia, no un ex. Permítele curarse y permítetelo a ti también.

6. Sientes la imperiosa necesidad de ponerle a parir

Una cosa es hablar con tus mejores amigos sobre las luces y las sombras de la relación y otra aprovechar cualquier oportunidad para criticar a tu ex, a veces compartiendo detalles muy íntimos o directamente inventándote cosas o distorsionando la realidad.

7. Todavía tienes preguntas sin respuesta

Superar a un ex no solo es dejar de estar enamorado o enamorada. También implica cerrar todas las heridas abiertas, incluso cuando ya no sientes amor. Eso es imposible si tienes preguntas sin respuesta, que no es lo mismo a que sí tengas respuesta, pero ésta no te sirva.

El ejemplo perfecto lo encontramos en el motivo de la ruptura. Tú le preguntaste, ¿tu ex te respondió? Si la respuesta es no, esa incertidumbre puede impedirte avanzar. Si la respuesta es sí, el camino se bifurca en dos: ¿La respuesta que te dio te vale? Si la respuesta es sí, entonces estás preparado/a para avanzar. Si la respuesta es no, tienes que asumir que quizá no hay otras razones ocultas, que lo que te dijo es verdad aunque duela.