El cuerpo aguanta peor el calor con humedad: ¿Por qué nos afecta tanto?

Viajar a una zona de costa en verano siempre es sinónimo de playa, chiringuito y sol, pero también de humedad y sudores. ¿Por qué en lugares con humedad aumenta la sensación de calor?

El cuerpo es capaz de soportar temperaturas muy elevadas, pero cuánto calor soporta y durante cuánto tiempo también depende en gran medida de la humedad a la que nos exponemos.

La humedad impide que el cuerpo se enfríe

Cuando hace calor, nuestro cuerpo pone en marcha mecanismos para controlar su temperatura interna, entre ellos la sudoración. Cuando las gotitas de sudor que emitimos por la piel se evaporan, la piel se enfría, lo cual ayuda a bajar algunos grados a nuestro termómetro interno.

No obstante, con mucha humedad, las gotitas no se evaporan con tanta facilidad, el cuerpo no se refrigera y la piel se mantiene húmeda más tiempo, por eso empapa la ropa.

Una manera de “esquivar” este efecto sofocante de la humedad es con un ventilador que mueva el aire, que hará que nos llegue más seco y posibilitará que las gotitas se evaporen de nuestra piel.

¿Qué temperatura soporta el cuerpo con y sin humedad?

Generalmente, el cuerpo humano tiene una temperatura de entre 36 y 37,5 grados. Cuando hace mucho frío corremos el riesgo de que caiga por debajo de 35 ºC (hipotermia) y lo contrario cuando hace demasiado calor (hipertermia o golpe de calor).

Cuando el organismo se calienta mucho en verano, los vasos sanguíneos se dilatan, el pulso se acelera, cuesta respirar y pueden aparecer los mareos y la fatiga por la fiebre. En estos casos es importante buscar una sombra e hidratarse, así como quitar el exceso de ropa y, a poder ser, darse una ducha con agua tibia para ayudar al cuerpo a regular su temperatura. Son síntomas de golpe de calor, un trastorno de urgencia.

Si lo dejamos estar, el calor puede causar mayores estragos, con taquicardias, convulsiones e incluso pérdida de conocimiento.

En cuanto a la temperatura exterior soportable para los humanos, todo depende del tiempo de exposición, de la edad, el estado de salud, el clima al que estamos acostumbrados y, sobre todo, la humedad. Con mucha humedad los síntomas de golpe de calor aparecerán mucho antes. También es un riesgo el consumo de ciertos medicamentos en verano.