“Cuando mi pareja sale de fiesta, necesito que esté pendiente del móvil”: ¿Es ansiedad por separación o desconfianza?

Raquel tiene 27 años y una relación estable de tres años de duración. Pese a los baches que han atravesado, ahora están mejor que nunca, pero hay un problema que aparece cada vez que él sale de fiesta: “Confío en mi pareja, pero cuando sale de fiesta es como que algo en mi cerebro cambia y lo paso tan mal que necesito que esté pendiente del móvil todo el rato”, comparte. “Sé que no es sano, que le agobio y que es injusto porque jamás me ha dado motivos para desconfiar, pero es como que tengo una dependencia brutal que me hace dudar. ¿Por qué me pasa esto?”.

¿Por qué te provoca inseguridad que tu pareja salga de fiesta?

¿Sientes un nudo en el estómago cada vez que tu pareja sale de fiesta? A muchas personas le ocurre y la solución no es ni prohibir a tu pareja salir, ni quedarte en casa sufriendo.

El hecho de que tu pareja vaya a interactuar en un ambiente novedoso, divertido, desinhibido y, sobre todo, sin ti, puede provocar cierta inseguridad. Esta inseguridad puede expresarse de diferentes maneras: algunas personas reaccionan con tristeza, otras con ansiedad, otras con enfado… Sea como sea la emoción, el origen siempre es el mismo, la inseguridad que produce ver a tu pareja en un entorno en el que no te necesita para pasárselo bien.

Para aliviar esa inseguridad, pides a tu pareja que esté pendiente del móvil. De esta forma, te aseguras de que estás presente en su cabeza y alivias la ansiedad que experimentas ante la separación. A largo plazo, tu pareja se siente cohibida y tú sientes cada vez más inseguridades.

Pero, ¿por qué te sientes tan pequeñita y dolida cada vez que tu pareja sale de fiesta?

1. Desconfianza

Cada pareja tiene unos acuerdos que se crean progresivamente. Lo ideal es que al principio de la relación, habléis de lo que sentís y de lo que esperáis del otro, el problema es que muchas veces nos asusta agobiar a la otra persona, y evitamos ponernos “serios”. En consecuencia, dos personas pueden estar en distintos puntos de la relación al no saber lo que quiere el otro. Esto es lo que ocurre cuando al principio de la relación tú eres completamente monógamo y tu pareja se enrolla con otra persona porque pensaba que todavía no teníais algo serio.

También puede ocurrir que estos acuerdos o reglas sobre lo que es una infidelidad se rompan cuando la relación está más consolidada. En otras palabras, que te pongan los cuernos sin posibilidad de justificarlo.

En ambos casos, puede surgir cierta desconfianza ante la pareja que se aviva especialmente cuando sale de fiesta.

Por otro lado, existe la posibilidad de que tu pareja jamás de los jamases te haya dado motivos para desconfiar, pero hayas vivido una relación muy tormentosa en el pasado en la que jugaron contigo y te fueron infiel. Esto puede provocar grandes inseguridades que, si no se tratan psicológicamente, afectarán a tu relación actual.

2. Celos hacia la independencia de tu pareja

Cuando hablamos de celos, todos pensamos que surgen por imaginarte a tu pareja con otra persona. ¡Error!

Hay muchas personas que desarrollan dependencia emocional hacia su pareja o, en otras palabras, toda su vida gira alrededor de la relación (deja de lado a sus amistades por la pareja, cada vez que hace un plan social es con la pareja, etc.). En cambio, la pareja conserva una parcela de independencia (tiene a sus amigos y de vez en cuando sale de fiesta con ellos). Cuando llega la noche de fiesta, afloran las inseguridades porque la persona dependiente no sabe cómo disfrutar más allá de la relación y siente celos de que su pareja sí tenga esa oportunidad.

No te molesta que tu pareja pueda ligar, te molesta que tú no puedas divertirte con tus amigos haciendo lo mismo que hace tu pareja.

3. Ansiedad por separación

Es sano que nuestra relación nos aporte tranquilidad, calma y seguridad, pero es peligroso convertir a nuestra pareja en un ansiolítico con patas.

La ansiedad por separación en una relación se caracteriza por un miedo excesivo cuando anticipas la separación con tu pareja (por ejemplo, cuando un lunes te avisa de que el fin de semana saldrá de fiesta, y te pasas toda la semana dándole vueltas al tema). También te preocupa que a tu pareja le pueda pasar algo cuando os separáis, o que a ti te pueda pasar algo grave (que beba mucho y no estés tú para ayudarle, que tú tengas un accidente, que se pierda volviendo a casa, etc.).

Esta ansiedad te hace evitar alejarte de tu pareja en tu día a día poniendo en riesgo otras áreas de tu vida: dejas de lado a tus amigos, rindes peor en el trabajo o en los estudios, pasas de tu familia o se deteriora tu salud mental.