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Lidiar con una ruptura nunca es fácil, más aún cuando no estás de acuerdo. Eso es lo que le ocurrió a Aida, de 26 años. Tras una relación de dos años y medio, el que era su novio decidió cortar. “Yo quería seguir y solucionar los problemas que teníamos, pero al final acepté que si él no me quería, pues no me quería”, comparte con Yasss la joven. Lo más duro no fue la ruptura, sino lo que vino después: “se ha echado novia nada más cortar y me matan los celos y la rabia. No entiendo cómo me pudo decir que necesitaba tiempo para estar solo y tan pronto conoce a alguien y empieza a salir. Que se desenamorase de mí y se haya enamorado de otra tan rápido. Es horrible, no sé qué hacer para salir de esto”.
Cuando esto ocurre, es inevitable analizar cada pequeño detalle del comportamiento de nuestra expareja para intentar entender sus motivos. Pero, ¿qué dice la psicología al respecto?
Para explicar concretamente por qué algunas personas superan una ruptura tan rápido, primero tengo que definir la palabra “atribución”, un fenómeno psicológico muy importante.
Una atribución es una creencia que desarrollamos para explicar la realidad. Por ejemplo, si vas por la calle y ves que alguien se gira de repente y cambia de sentido, puedes pensar que se ha olvidado las llaves en casa, que se ha confundido de dirección, que ha visto a alguien que no le cae bien y está intentando evitar saludarle… Todo esto son atribuciones. No podemos evitarlas, son algo que hacemos constantemente porque así damos sentido a lo que nos ocurre.
Cuando intentamos entender el comportamiento de una persona concreta, estas atribuciones pueden ser de dos tipos.
El problema es que a veces contamos con poca información o que lo que nos ocurre es demasiado complejo como para explicarlo con una sola atribución. Esto es precisamente lo que ocurre cuando intentas responder a la pregunta de por qué tu ex ha superado la ruptura tan rápido que incluso ha conocido a otra persona.
Algunas atribuciones internas que solemos hacer para explicar una ruptura son:
Por otro lado, algunas atribuciones externas que realizamos en este tipo de situaciones son:
¿Aplica alguna de estas atribuciones a tu caso? Puede que sí (salvo la del destino… Soy psicóloga, no adivina), pero lo que está claro es que ninguna por si sola es suficiente para explicar la complejidad de una ruptura y de una nueva relación.
Mi recomendación es evitar hacer atribuciones simples y entender que las relaciones afectivas son muy complejas, que nunca conocerás todos los motivos de la ruptura y que a menudo es esa incertidumbre será lo que más nos duela. ¿Cómo plantarle cara? Permitiéndonos pasar el duelo de la ruptura.
No solo es difícil entender del todo a tu ex (porque no estás en su cabeza, principalmente), sino que muchas veces es complicado entenderse a uno mismo. He aquí mi segunda recomendación: hagas lo que hagas, intenta ser consciente del motivo por el que lo haces. Si te abruma la soledad y quieres evitar esa tristeza acostándote con alguien, no seré yo quien te diga que no lo hagas. Evidentemente es una forma poco constructiva de superar el duelo de la ruptura, pero cada persona intenta lidiar con su dolor lo mejor que puede. Lo que sí te aconsejo es que seas consciente de las carencias que intentas llenar, de las emociones que estás intentando evitar y de lo que esperas de la persona con la que te acuestas (y recuerda que los seres humanos no somos parches intercambiables y que incluso los ligues esporádicos merecen responsabilidad asertiva).
Aunque he puesto el ejemplo concreto del sexo para superar el duelo, hay muchas más conductas que realizamos sin pensar para dañar a un ex, para intentar sentirnos mejor con nosotros mismos o para forzarnos a pasar página cuando no estamos preparados: bloquear a un ex, escribirle borracho, tener buen rollo con sus amigos (aunque nunca te cayeron bien), intentar ser colega de su nueva pareja, intentar ser el mejor amigo de tu ex… ¿Están bien estas conductas? A veces sí y a veces no son del todo sanas, pero para saber hasta qué punto estás haciéndote daño a ti o a los demás, también tienes que realizar atribuciones realistas y complejas de tu propio comportamiento.