Lobsang Zopa, el monje budista que vendió su BMW: “Para encontrar la felicidad, antes hay que hallar la paz mental"

  • Entrevista al monje budista español Lobsang Zopa sobre su libro ‘Silencia tu mente, enciende tu corazón’

  • Antes de ser monje, el maestro Zopa fue un arquitecto técnico y empresario que dejó su vida anterior tras un dramático suceso

  • Su libro es una guía espiritual en la que este referente internacional del budismo nos da las claves para vivir con la mayor plenitud posible.

Hubo en tiempo en que el maestro Lobsang Zopa conducía un BMW. Hubo un tiempo no muy lejano en que Manuel Blanes (Granada 1956), monje budista español ordenado por el Dalái Lama, tenía su familia: mujer y dos hijos, tenía su propia empresa, ganaba mucho dinero, tenía buenos amigos, era querido y respetado en su profesión y se sentía feliz.

Un dramático suceso en el año 2005 hizo saltar todo eso por los aires. Entonces, era el director de seguridad de una obra cuando uno de los trabajadores murió en un accidente. Lo que ocurrió después de aquel terrible suceso lo narra el propio Lobsag Zopa con todo detalle en su libro, Silencia tu mente, enciende tu corazón (Planeta 2022). El resumen es que pocos meses después de aquel accidente, Manuel Blanes había dejado su vida anterior y se preparaba para ordenarse monje budista.

Silencia tu mente, enciende tu corazón es mucho más que la historia de la transformación de Manuel Blanes en el monje Lobsang Zopa. Es una guía espiritual en la que el maestro, convertido en un referente internacional del budismo nos da las claves para vivir con la mayor plenitud posible, prestando atención a nuestro interior y aprovechando todo el potencial de nuestra mente para comprender el mundo que nos rodea.

Tuve la suerte de charlar recientemente con el maestro Zopa -como le conocen sus alumnos- sobre la meditación; de por qué es una práctica que nos permite conectar con nuestra verdadera naturaleza y abrir el corazón; de por qué es ahora más necesaria que nunca; de si es solo una moda pasajera o de si funciona o no para todo el mundo…

El Maestro Zopa también mostró su preocupación por el futuro de la meditación ante este boom de publicaciones, libros, profesores..."Es importante que la meditación la continúen enseñando maestros cualificados”, asegura, porque "la meditación es muy profunda y se necesita un buen maestro para poder recorrer ese camino interior, también muy profundo. Hay muchos recovecos que pueden surgir en ese camino interior y se necesita un maestro cualificado para poder comprenderlo”.

Una vez que estabilizas tu mente, puedes descubrir más claridad mental, que significa conocer, comprender cada vez más las cosas y comprender quiénes somos, cómo es el mundo donde vivimos (Lobsang Zopa, monje budista)

Pregunta: Me gusta mucho este libro porque digamos que aterriza la meditación en el siglo XXI; de alguna manera a uno le queda claro que para lograr la iluminación no hace falta irse varios meses a un monasterio budista…

Respuesta: Cierto. Si hablamos de la iluminación en el nivel que en el budismo tibetano en general se habla, la iluminación es el estado más elevado al que un ser humano puede llevar su mente: el estado más elevado del desarrollo de la mente, donde se han eliminado todos los obstáculos de esa mente y se han desarrollado todas las cualidades. Por eso se llama mente iluminada. No es una luz, es comprensión. A nuestro nivel convencional, en nuestro mundo, donde tenemos tantas responsabilidades, tanto trabajo, tan poco tiempo; si se da con unas enseñanzas correctas, con alguien que te enseñe a mirar dentro, que te enseñe a tranquilizar tu mente, que te enseñe a comprender cómo es tu propia mente la que te engaña, los errores que hay ahí y, poco a poco se van eliminando esos errores… entonces, esa mente se va iluminando un poco. Y esa mente es la que comprende. Podemos conseguir muchísimos beneficios a un nivel mundano, en nuestro nivel convencional, por supuesto que sí.

P: ¿Podemos encontrar el equilibrio en nuestra vorágine del siglo XXI?

R: Yo diría que es que es necesario. Si nosotros conseguimos aprender estas técnicas, a poder relajar el cuerpo, la mente, sin perder la claridad mental… que no es lo mismo que cuando uno se va a relajar en casa y se queda dormido, no. A través de las primeras técnicas meditativas, tú aprendes a relajar el cuerpo, a relajar le mente sin perder la claridad mental. Después, puedes conseguir estabilizar esa mente. Una vez que estabilizas tu mente, puedes descubrir más claridad mental, que significa conocer, comprender cada vez más las cosas y comprender quiénes somos, cómo es el mundo donde vivimos. Para poder encontrar esa tranquilidad y esa felicidad que estamos buscando, lo primero es encontrar esa paz mental dentro de nosotros, ese equilibrio aquí dentro.

P: Antes de llegar a ese estado de la mente iluminada, tan elevado, ¿hay otras muchas fases que también nos traen beneficios?

R: Antes de llegar a esa mente tan grande podemos mejorar cualidades de nuestra mente, asequibles para nosotros, y hacer esas meditaciones, contemplarlas y mejorar mucho nuestro estado mental. Ser generosos con los demás, ¿qué tipo de pensamientos tenemos?, cuidarnos de las palabras que nos decimos a nosotros, ¿cómo nos hablamos a nosotros mismos? ¿cómo nos tratamos a nosotros?, ¿cómo hablamos a los demás?, ¿cómo tratamos a los animales?, ¿al medio ambiente? Todo esto es asequible antes de llegar a esa mente tan grande…Podemos llegar a desarrollar estas mentes que tienen ese potencial. Porque, el otro tipo de mente, me refiero a cuando estamos bajo el poder de los engaños, de los celos, el orgullo, la vanidad, la envidia, la codicia… eso oscurece nuestra mente y no forma parte de la naturaleza de nuestra mente. Eso viene de nuestra ignorancia, y se puede eliminar rápidamente a través de la comprensión y de la práctica meditativa. Cuando desarrollamos las cualidades positivas contrarias: el amor bondadoso, la compasión, el altruismo, la mente que estima a los demás, que se preocupa por los demás… esas sí son cualidades nuestras que podemos desarrollar cada vez más, porque pertenecen a nuestra naturaleza.

La meditación es el arte de volver la mente hacia dentro para comprenderse a sí misma (Lobsang Zopa, monje budista)

P: Una de esas cualidades de las que hablas en el libro es la paciencia. ¿Cómo podemos desarrollar paciencia en la cultura de la inmediatez como la nuestra?

R: Lo primero es entender que la paciencia no es soportar ni aguantar, eso es importante. La paciencia es un estado mental que nosotros podemos llegar a alcanzar sin mucha dificultad. Pero hay que trabajarlo mucho para poder experimentar el sufrimiento que me puede venir del mundo sin perder la estabilidad, sin que esa mente se desestabilice, sin que esa mente pierda el rumbo, sin que pierdas tus propósitos, los propósitos que tú tienes en tu vida…y sin dejar de sentir las emociones; porque somos seres sintientes. La mente estable, clara, llena de sabiduría, comprendiendo lo que está pasando en ese momento… eso es la paciencia.

P: En tu caso, como cuentas en tu libro, la búsqueda de esa claridad mental comenzó cuando eras director de seguridad de una obra y uno de los trabajadores murió en un accidente laboral. A muchas personas les ocurren cosas parecidas, que no sienten esa necesidad de buscar esa claridad hasta que no ocurre algo muy traumático en sus vidas…

R: Es cierto lo que dices; a veces, al pasarnos ciertas cosas en la vida, dramáticas, como una enfermedad grave, perder un ser querido o algo muy emocional, muy fuerte, te hace algo increíble, y es que te vuelve la mente hacia dentro; te hace reflexionar un poco; te hace mirar ahí para darte cuenta; te hace hacerte preguntas…y eso es importante. Ahí, quizás, empieza una búsqueda, aquí dentro, de algo, porque te das cuenta de que hay cosas que te pasan en la vida y que no tenías herramientas para afrontarlas. Y esas respuestas, esas herramientas estaban aquí dentro, pero nunca nos las enseñaron, nunca. En realidad, no tendríamos que esperar a que ocurrieran estas cosas y que simplemente nos hiciéramos estas preguntas antes. Preguntas buenas como ¿qué sentido tiene la vida?, ¿cómo quiero vivir?, ¿qué es necesario para mí?, ¿qué es lo que le da color a mi vida?... Preguntarse todas esas cosas es muy importante, porque ahí quizás comienza una búsqueda. Pero no tendríamos por qué esperar a encontrar una situación difícil que nos haga de pronto empezar a buscar...

P: En tu libro hablas de los mitos sobre la meditación; por ejemplo ese tan conocido de ‘meditar es poner la mente en blanco’… ¿podrías explicar qué es exactamente meditar?

R: La palabra meditación, si nos vamos al tibetano, significa familiarizarse, ¿familiarizarse con qué? Con el estado de la mente. También significa acercarse, acercarse aquí adentro… la meditación es el arte de volver la mente hacia dentro para comprenderse a sí misma y luego poder ver ahí cómo podemos estabilizarla, tranquilizarla, para que se vuelva más clara y la puedas utilizar no solo en la meditación, sino en tu vida cotidiana. La meditación no es solo a nivel físico, que trae esos beneficios que estamos viendo que la ciencia nos está diciendo, es a nivel mental; la meditación cuida de tu salud mental.

La meditación va a ayudar muchísimo porque desarrolla muchas cualidades de la mente, pero no es para todos (Lobsang Zopa, monje budista)

P: Muchas personas se están subiendo a la ola de la meditación por el tema de la salud física y mental; la ciencia ha demostrado muchos de sus beneficios...

R: Es cierto. Todo lo que se ha desarrollado desde que Jon Kabat-Zinn presenta su programa; los beneficios que trae el desarrollo de la atención -que tenemos muy pobre- y cómo la utiliza él con sus enfermos en el hospital con cáncer y luego lo lleva a otros ámbitos como es el estrés y la ansiedad, el estrés postraumático... Su programa de 8 semanas trae muchos beneficios a nivel terapéutico, de salud física y mental. De modo que, desde mi punto de vista como monje, es un logro muy importante.

P: Estamos viendo que esa búsqueda de la salud -física o mental- es una buena razón para empezar a practicar mindfulness o atención plena… ¿qué viene después?  

R: Luego, la meditación tiene más profundidad: da un paso más de lo terapéutico que es el midfulness. Yo di un curso en el confinamiento a más de 200 personas, que era ‘Más allá del mindfulness’, para el que quisiera ir un poco más allá de lo terapéutico y fue muy bien. Cada uno elige su camino y busca. Cada persona tiene una condición, un temperamento, y cada uno va encontrando su propio camino.

 P: La meditación…¿es para todo el mundo?, ¿Es la única manera de encontrar esa paz interior y esa claridad?

R: No es para todos, no. No para todos la meditación es lo más adecuado. Por ejemplo, hay personas que pueden encontrar eso en su interior dedicándose a otras personas, haciendo trabajo con ese corazón para los demás altruistamente y encuentran por ahí su camino. La meditación va a ayudar muchísimo porque desarrolla muchas cualidades de la mente, pero no es para todos. Hay personas que pueden conectar con su interior, por ejemplo, desarrollando amor por los demás, las personas que se dedican a cuidar a otras personas de esa forma tan desinteresada y están conectando con su ser, con la bondad, con el cariño, la templanza, la compasión… eso abre y tranquiliza la mente muchísimo, por supuesto que sí…

Esa fue mi preocupación siempre: ayudar a los demás. Y eso es lo que yo llevo haciendo los últimos 10 años, enseñar a los demás a comprenderse (Lobsang Zopa, monje budista)

P: Para experimentar los beneficios de la meditación, ¿Basta con leer muchos libros o es necesaria la práctica?

R: La práctica es fundamental, sí. Yo siempre digo que si una persona tiene sed y yo se dónde está la fuente, yo lo único que puedo hacer es tomar a esa persona de la mano y llevarla a donde está la fuente… pero su sed, se la tiene que quitar él bebiendo el agua. Bebiendo yo el agua, no le quito la sed a otra persona. Mis maestros, todo lo que a mí me enseñaron fue muy grande, pero yo tuve que ponerlo en práctica y practicar y comprender. El trabajo tiene que hacerlo uno porque el hambre se quita comiendo, no viendo una revista con platos preciosos de comida.

P: Algunas personas tienen esta idea equivocada de que al meditar, como uno está consigo mismo, mirando su interior, es un acto poco generoso… ¿uno medita para sí mismo, o para el mundo?

R: Primero, nosotros trabajamos mucho con nosotros para transformarnos primero nosotros y comprendernos mucho, así podremos luego ayudar a los demás. A partir de ahí -que uno comprende- hay que ayudar ahí fuera. Y ayudar en todos los ámbitos y sentidos que uno pueda. De hecho, esa era una de mis preocupaciones fundamentales cuando yo estudiaba, que decía: Y todo esto que yo estoy estudiando tan grande, este conocimiento que yo tanto anhelé para poder mejorar y comprender… ¿cómo yo puedo hacer para llevárselo a los demás? Esa fue mi preocupación siempre: ayudar a los demás. Y eso es lo que yo llevo haciendo los últimos 10 años, enseñar a los demás a comprenderse, a que vean que tienen ese potencial dentro, a que vean que podemos eliminar mucho sufrimiento.

P: ‘Lograré la iluminación para el beneficio de todos lo seres’, dice la oración del refugio de la bodichita…

R: La cualidad más grande del corazón que un ser humano puede alcanzar es ese pensamiento: llevar mi mente a ese nivel tan grande para poder beneficiar a todos los seres, sin excepción. Esa mente tenemos que desarrollarla: la mente de la bodichita es la mente que desea alcanzar ese estado tan grande para poder beneficiar a los demás; tiene esas dos cualidades. Uno: el deseo de alcanzarlo. Dos: el deseo de beneficiar a todos los seres.

P: Por último… ¿Crees que este boom de la meditación que estamos viendo en Occidente es una moda pasajera o se va a quedar?

R: Yo creo que no va a pasar de moda porque la meditación es algo que habla de la mente, de cómo podemos transformar nuestra mente, adiestrarla en el sentido de desarrollar todas las cualidades positivas y de ver qué es lo que estorba ahí, qué es lo que nos hace desdichados, para poder eliminarlo. No creo que pase de moda. Lo que sí me preocupa es que la meditación la continúen enseñando maestros cualificados y que eso no se pierda. Eso es lo más importante, porque hoy en día se ha extendido tanto, hay tantos libros…pero la meditación es muy profunda, porque la mente es muy profunda. Se necesita un buen maestro para poder ir a recorrer ese camino interior -que es muy profundo- y hacerlo bien. Hay muchos recovecos que pueden surgir en ese camino interior y se necesita un maestro cualificado para poder comprenderlo y desarrollarlo. Y luego, una vez que la persona lo sabe, ya puede caminar sola. Pero es necesario un maestro bueno, honrado, que haya mirado mucho tempo su mente y la haya comprendido bien y enseñe a los demás sin el ánimo de querer luego generar discípulos, no. Yo digo lo que dijo Buda: “yo quiero personas libres, no discípulos ciegos”.