¿Tienes los pies fríos con frecuencia? Posibles causas, cuándo preocuparse y cómo evitarlo

Pasar frío en esta época del año es normal. Las temperaturas han bajado, apenas tenemos horas de sol y generalmente la diferencia entre el día y la noche es bastante marcada, por lo que muchas veces no salimos lo suficientemente abrigados por la mañana y al final de la tarde nos falta un buen abrigo. Pero si eres de los que siempre tienen los pies fríos y no entiendes por qué, quizá pueda deberse a uno de estas causas que, a veces, son motivo de preocupación. Además, te contamos cómo evitar que se te enfríen.

Quizá hayas oído alguna vez que las mujeres sufren con más frecuencia la molestia de los pies fríos que los hombres, pero ¿tiene base científica esta afirmación? Lo cierto es que sí, aunque eso no quiere decir que los hombres no pasen por ello también. ¿Qué lo causa? Pueden ser varios los motivos.

¿A qué se deben los pies fríos?

  • Permanecer mucho tiempo en la misma postura puede hacer que se ralentice la circulación sanguínea y se nos enfríen los pies.
  • La mala circulación es una de las causas más frecuentes de tener los pies fríos. La sangre llega peor a las extremidades porque se produce vasoconstricción, es decir, los vasos sanguíneos se estrechan. Esto hace que sintamos más frío. La mala circulación sanguínea puede estar provocada por factores genéticos, pero también por hábitos de vida poco saludables como fumar, una mala alimentación o falta de actividad física.  
  • Si tienes sensación de pies fríos pero tus pies no están fríos al tacto, puede deberse a una neuropatía periférica, que es más frecuente en personas con diabetes. Los niveles altos de azúcar en sangre pueden hacer que suframos daños en los nervios periféricos, que son los que envían información del cerebro al resto del tiempo y por tanto pueden mandar un mensaje erróneo. En personas que no tienen diabetes, la neuropatía periférica puede estar causada por una lesión, un déficit de vitaminas del grupo B (B6, B9 o ácido fólico y B12) o un trastorno médico subyacente.
  • La enfermedad de Raynaud tiene múltiples síntomas, entre ellos la sensación de pies fríos o entumecidos. Se trata de un trastorno de los vasos sanguíneos que afecta a los dedos de las manos y los pies, y hace que las personas que lo sufren tengan una reacción excesiva al frío y al estrés emocional, que se manifiesta mediante la vasoconstricción y hace que no nos llegue suficiente sangre a las extremidades.
  • La sudoración excesiva o hiperhidrosis puede hacer que los pies se sientan fríos, puesto que la evaporación del sudor enfría los pies rápidamente.  
  • Fumar puede reducir significativamente la temperatura de los pies. La nicotina del tabaco es un vasoconstrictor que hace que los vasos sanguíneos se contraigan, y por tanto hace que llegue menos sangre a nuestras extremidades y estas se sientan más frías.
  • La anemia o el déficit de hierro puede afectar a la regulación de la temperatura del cuerpo.
  • Utilizar el calzado inadecuado para el invierno hará que nuestros pies pierdan calor rápidamente y se enfríen.
  • Por último, los sabañones o perniosis, que son lesiones dérmicas que aparecen en los pies, vienen causadas por una vasoconstricción arterial y se manifiestan por un enrojecimiento en los dedos de los pies, así como sensación de frío en los mismos.

¿Qué hacer para prevenir los pies fríos?

  • Muévete con regularidad para reactivar la circulación si empiezas a notar que se te enfrían los pies.
  • Usa un calzado adecuado a la estación. Es preferible que tengan suela de goma, que es un material no conductor y un buen aislante, lo cual evitará que tus pies “pierdan calor”.
  • Evita usar calcetines demasiado ajustados, ya que dificultan la circulación sanguínea, y procura que sean de fibras naturales, como lana o algodón, que son transpirables.
  • Sigue una alimentación saludable, rica en minerales y vitaminas, que ayudan a mejorar el tono vascular y la circulación, y pueden aumentar la frecuencia cardiaca.
  • Evita el alcohol y la cafeína, que producen deshidratación y comprimen los vasos sanguíneos.
  • Procura no cruzar las piernas mientras estés sentado.
  • Haz ejercicio con regularidad para favorecer el riego sanguíneo en las extremidades y la oxigenación.
  • Evita fumar.
  • Realiza baños alternando agua fría, tibia y de nuevo fría, especialmente si has estado expuesto al frío por ejemplo esquiando o caminando por la nieve. Después, sécate muy bien los pies y aplícate una crema hidratante.