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En las memorias del príncipe Harry contaba que inhaló ‘gas de la risa’ junto a su mujer Meghan Markle, en la habitación del Hospital Portland de Londres en el que iba a dar a luz a su primer hijo, Archie. Ella estaba sentada en una pelota de pilates para aliviar el dolor de las contracciones e inhaló este gas. Según cuenta, le pareció divertido que su marido lo usara también. ¿Por qué usar el 'gas de la risa' en el proceso del parto? ¿Tiene beneficios para la gestante? ¿En España se utiliza?
El Entonox, óxido nitroso, conocido como el 'gas de la risa', es un gas de olor dulce, incoloro y no inflamable que se usa como analgésico en el parto. Con una proporción de 50:50 con oxígeno actúa como analgésico relajante, y ligeramente calmante. Según varios estudios la administración del óxido nitroso inhalado produce una analgesia moderada pero satisfactoria en el parto. Es más, se usa en los partos de muchos países europeos. En España aún es poco utilizado, pero si hay hospitales en los que lo ofrecen como alternativa a la epidural.
Anna Ramos de Luis, comadrona y supervisora de ginecología y obstetricia del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau, explica a NIUS que este hospital lleva utilizando el Entonox desde 2016, con resultados muy satisfactorios. "Lo usamos a diario como analgesia obstétrica en las primeras fases del parto, siempre que la mujer lo quiera. Es muy útil para las gestantes que no desean la epidural o cuando las técnicas no farmacológicas no sean suficientes a demanda de la mujer. Con este 'gas de la risa' las mujeres siguen notando el dolor, pero su capacidad de tolerarlo es mayor", comenta.
Ramos insiste en que tiene muchas ventajas. "Si al final quieren la epidural porque el dolor se agrava, con el gas se ha conseguido demorar la anestesia y se consigue instaurar mejor el trabajo del parto ya que es más natural y está menos condicionado por otro analgésico", dice. Es lo que ocurrió en el parto de Meghan Markle, uso el 'gas de la risa' al principio del parto, pero finalmente pidió epidural. "Además, es completamente seguro para la mujer y el bebé. Tiene una vida media en el organismo muy corta, poco más de un minuto cuando se deja de inhalar, el modo de administrarlo es flexible y es más barato que la epidural para el sistema sanitario. Además, hay libertad de movimiento para la mujer durante todo el parto, puede caminar, estar sobre una pelota de Pilates, estar en la bañera, todo eso es mejor y más natural y la satisfacción de la mujer aumenta".
Ramos cree que hay evidencia científica suficiente en la utilización del Entonox para que fuera una de las opciones que se tienen que ofrecer a la mujer en analgesia obstétrica en toda España. "Creo que si no hay más hospitales que lo tienen es por falta de desconocimiento. Como en todo, apunta, hay mujeres que no lo quieren, o que lo prueban y no les gusta, pero se debería ofrecer a todas las mujeres antes del parto", asevera.
Por su parte, el doctor Jorge Burgos, vicepresidente de la sección de Medicina Perinatal de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO), explica que en España a lo largo de los años siempre se ha tendido a usar la epidural como método para evitar el dolor en el parto. "Pero estamos notando que desde hace un tiempo cada vez son más las mujeres que demandan otros métodos alternativos al control del dolor. Siempre hablamos en un parto de bajo riesgo".
"Hay que tener claro que uno tiene una capacidad analgésica mucho más potente que el otro. La epidural es un opiáceo que según la dosis hace que no tengas nada de dolor. Sin embargo, el óxido nitroso es un analgésico con el que sientes dolor, aunque, sin duda, te ayuda a sobrellevarlo mucho mejor", asegura Burgos. Por eso, cree que las mujeres deberían poder elegir como gestionan su dolor en el parto y es bueno que se den diferentes métodos y alternativas para ello, como el óxido nitroso, las pelotas de Pilates, las bañeras.
También explica que, en otros países, simplemente no usan la epidural. "Hay más conciencia de parto natural, lo tienen más establecido. La epidural se relaciona más con partos de alto riesgo donde es posible terminar con una intervención. Si el parto es de bajo riesgo se tiende a métodos alternativos como el 'gas de la risa'. En cualquier caso, asegura Burgos, es un fármaco seguro que no afecta durante el parto, que hace que lleves mejor el dolor, pero que no te lo quita. En altas concentraciones, como todo, puede tener efectos secundarios", concluye.
Descubierto en 1771, no fue hasta un siglo después cuando se usó por primera vez en un parto. Se trata de un gas inhalable que contiene 50% de oxígeno y 50% de óxido nitroso. Funciona neutralizando las transmisiones nerviosas cerebrales, entre ellas las del dolor. Al inhalarlo, la mujer siente un mareo y relajación agradables que puede dar lugar a la risa cuando no hay dolor. En el parto, dispone de una máscara con una boquilla enganchada a una pulsera en la muñeca.
Según la ficha técnica del Entonox debe ser administrado solamente por personal con conocimientos adecuados familiarizado con el equipo y sus efectos y solo cuando se disponga fácilmente de suministro de oxígeno y de equipo de reanimación, algo en los que insisten los expertos.
Cuando se comienza a sentir dolor se tiene que inhalar el óxido nitroso en pequeñas dosis continuadas. Es importante comenzar a usarlo antes de requerirse el efecto analgésico que se notará tras 4-5 respiraciones, a los 20-30 segundos y alcanza su punto máximo en 2-3 minutos. La aplicación de Entonox debe continuar durante el proceso doloroso, o mientras se desee efecto analgésico. Tras interrumpirse aplicación/inhalación, los efectos desaparecen rápidamente en unos minutos, sin dejar rastro en el cuerpo, solo con respirar el oxígeno de la habitación. "Se considera por tanto un método ideal para procesos de corta duración. Como es el caso de las contracciones uterinas, la durada, media, de las cuales establecen entre 90 y 120 segundos", apuntan desde el Hospital San Pau.
La mujer debe inspirar y expirar el gas, sin hiperventilar a través de la boquilla desde el inicio de la contracción, hasta que ésta deje de ser dolorosa o desaparezca. Las inhalaciones lentas y profundas son más eficaces. Se puede repetir inhalaciones cada vez que se necesite, sin limitación. Durante este periodo la gestante puede tomar agua o zumos para disminuir la sequedad de boca que genera la inhalación. Es poco frecuente, pero pueden aparecer vómitos e incluso pérdida de consciencia. Entonox se puede administrar durante y hasta seis horas sin supervisión hematológica en pacientes sin factores de riesgo.
Un amplio estudio sobre el llamado ‘gas de la risa’, señala que el uso del óxido nitroso al 50% junto con oxígeno es analgésico habitual entre el 40 y el 60 por ciento de los partos en Canadá, Suecia, Nueva Zelanda y Australia. Y más aún en Reino Unido (donde es el método elegido por las mujeres entre 50% y el 75% de los partos) y en Finlandia (el 60%).
En efecto en Reino Unido se usa como alternativa a la epidural en todos los centros hospitalarios, bien sean clínicas privadas o bien hospitales públicos. "Se fomenta que se use o se opte por este gas. En unos y otros, el personal sanitario fomenta que se opte por el gas nitroso al ser más natural", dicen.
Además de su uso médico, tiene muchas aplicaciones en la industria automovilística, como acelerador de motores y como oxidante en motores de cohetes. Es un gas fácil y seguro de trasportar, estable a temperatura ambiente. El óxido nitroso también se utiliza en la industria alimentaria. Está aprobado para su uso como aditivo alimentario (es el aditivo E-942). Se usa como propelente de aerosoles. Sus usos más comunes en este contexto son en botes de crema batida, nata montada en espray y aerosoles para cocinar.
En algunos países se ha puesto de moda comprar estos dispositivos e inhalar el gas como si se tratase de una droga de la risa. Algunos lo inhalan directamente del dispositivo, otros llenan globos con él para colarlo de forma camuflada en fiestas.
El uso puntual de óxido nitroso como anestesia se considera inofensivo, sin embargo, su uso recreativo y reiterado es peligroso para la salud. Su consumo reiterado puede causar déficit de vitamina B12, lo que puede acarrear alteraciones en la médula ósea y síntomas neurológicos. Puede causar alucinaciones, alteraciones de la percepción en la vista y el sonido, desorientación espacial y temporal y sensibilidad al dolor reducida.