Autoestima narcisista: qué es y por qué es tan peligrosa

En los últimos años, el concepto de ‘autoestima’ ha cobrado importancia y se ha convertido casi en un sinónimo de salud mental. Tienes que quererte a toda costa, como si el amor propio fuese un antídoto contra cualquier malestar.

Esto no es del todo cierto. Si bien la autoestima es un factor protector para nuestra salud mental, hay ciertas condiciones que deben cumplirse.

La primera y más importante es que la autoimagen sea realista y flexible. En otras palabras, que seamos capaces de disfrutar de nuestra identidad y de respetar aquellas cosas que no se pueden cambiar, pero que también seamos capaces de identificar las conductas que ni nos gustan ni nos vienen bien ni son sanas para quienes nos rodean. De lo contrario, corremos el riesgo de desarrollar una autoestima narcisista.

¿Qué es la autoestima narcisista?

La autoestima narcisista es aquella que se construye sobre las siguientes creencias:

  • Necesito la admiración y atención constante de otras personas para sentirme bien conmigo mismo.
  • Mis deseos están por encima de los demás: tengo que conseguir lo que quiero, aunque implique menospreciar las necesidades o derechos de otras personas.
  • Si mis emociones me desbordan, está justificado que falte al respeto de otras personas con mi comportamiento.
  • Los demás no tienen derecho a criticarme ni a cuestionar mi comportamiento.
  • Merezco una vida excepcional porque yo soy una persona excepcional.

A partir de estas creencias, se crea una autoimagen muy polarizada.

Cuando las experiencias confirman tus creencias (porque otras personas te admiran con devoción, porque otras personas toleran que les faltes al respeto o porque te suceden cosas excepcionales de forma esporádica), se refuerza la sensación de grandiosidad.

Sin embargo, a veces las experiencias no son acordes a tus creencias (porque alguien no te hace caso en el trabajo, porque tu pareja se enfada cuando te pasas de la raya durante una discusión o porque te suceden cosas corrientes en tu rutina). Es entonces cuando aparece una sensación de fracaso.

Los riesgos de la autoestima narcisista: desde perder salud mental hasta perder a personas valiosas

Si bien la autoestima narcisista provoca ciertos episodios de subidón, a largo plazo es una bomba para tu salud mental.

  1. Te hace buscar constantemente la aprobación ajena, ignorando lo que de verdad te apetece o necesitas.
  2. Te convence de que, para ser feliz, necesitas que todo sea especial, perfecto y alegre (tu trabajo, tus amistades, tu relación de pareja, tus hobbies…), demonizando la rutina y los momentos pasajeros de malestar.
  3. Convierte tus defectos en un tema tabú. Te exiges tal nivel de perfección, que cuando algo no te gusta de ti mismo o de tu vida, lo reprimes.
  4. Fomenta las dinámicas pasivoagresivas en las relaciones. Al pensar que tus emociones y necesidades son la prioridad, puedes llegar a menospreciar a personas valiosas, perdiendo relaciones sanas.
  5. Convierte todo en una competición que destroza tu salud mental. Cuando todo lo que haces es para sobresalir, puedes desarrollar desde ansiedad hasta una sensación de vacío crónica.

Cómo transformar una autoestima narcisista

El primer paso es identificar las creencias narcisistas de las que hablábamos en el primer apartado. En otras palabras, entender por qué actúas como actúas.

El segundo paso es ser consciente de las secuelas de la autoestima narcisista. ¿Te hace sentir en calma contigo mismo o te hace sufrir? ¿Te anima a cuidar de tus relaciones o las destroza poco a poco?

El tercer y último paso es aprender ciertas habilidades como la asertividad, la regulación emocional o la actitud de preferencia:

  • La asertividad te permitirá poner límites sanos en vez de recurrir a la pasivoagresividad.
  • La regulación emocional te permitirá comprender tus emociones y expresarlas sin hacerte daño a ti o a los demás.
  • La actitud de preferencia te permitirá aceptar las cosas que no puedes cambiar de tu vida e identidad, y hacer autocrítica y cambiar las cosas que puedes mejorar.

¿Cómo aprender estas habilidades? A veces, de manera autodidacta. Otras, es necesaria orientación psicológica. En cualquier caso, recuerda que pedir ayuda y mostrarte vulnerable no es un defecto, sino una forma de cuidarte y de cuidar de quienes te rodean.