Un estudio descubre un síntoma del coronavirus que puede aparecer a los seis meses del contagio

Investigadores del Intermountain Healthcare en Salt Lake City, Estados Unidos, han realizado un estudio sobre los síntomas que afectan a los infectados por coronavirus incluso meses después de su contagio.

En el estudio se ha descubierto que los pacientes que habían pasado el coronavirus "tenían tasas más altas de dolor en el pecho entre los seis meses y un año" después del contagio.

Los dolores en el pecho, un problema persistente tras el covid

La doctora, epidemióloga cardiovascular de Intermountain Health e investigadora principal del estudio, Heidi T. May, explica que "muchos pacientes con Covid-19 experimentan síntomas mucho más allá de la fase aguda de la infección".

A pesar de los resultados, la doctora añade que no observan "tasas significativas de eventos importantes como ataque cardíaco o accidente cerebrovascular en pacientes que tuvieron una infección inicial leve, encontramos que los dolores en el pecho son un problema persistente, lo que podría ser un signo de futuras complicaciones cardiovasculares".

Asimismo, señala que "podría ser que los efectos duraderos de la infección en el sistema cardiovascular sean difíciles de cuantificar en términos de diagnósticos u otros eventos a corto plazo y no se noten hasta un seguimiento más largo".

Un tercio de los pacientes con COVID-19 persistente sufren pérdida de olfato, según un estudio

Una investigación de la Universidad de East Anglia (Reino Unido) ha revelado que casi un tercio de los pacientes con COVID-19 persistente sufre pérdida del olfato, y casi una quinta parte experimenta pérdida del gusto.

En su estudio, publicado en la revista científica 'International Forum of Allergy and Rhinology', el equipo de investigación estudió la prevalencia de la COVID-19 persistente y, en particular, los síntomas relacionados con el oído, la nariz y la garganta, como la pérdida de olfato y la parosmia, en la que las personas experimentan distorsiones olfativas extrañas y a menudo desagradables.

"La COVID-19 persistente es una afección compleja que se desarrolla durante o después de padecer covídico, y se clasifica como tal cuando los síntomas se prolongan durante más de 12 semanas. Los síntomas incluyen dolor de cabeza, mialgia, fatiga y pérdida del gusto y el olfato. La parosmia puede persistir durante meses tras la infección inicial, junto con niebla cerebral y pérdida de memoria", ha comentado el líder del estudio, Carl Philpott.

Los investigadores querían saber más sobre la prevalencia de la COVID-19 persistente y, en particular, sobre los síntomas relacionados con el oído, la nariz y la garganta, como la pérdida de olfato y la parosmia".

El equipo examinó los resultados de la Encuesta de Infección por Coronavirus del Reino Unido y analizó la información de más de 360.000 personas en marzo de 2022.

Casi el tres por ciento de los participantes se identificaban a sí mismos como afectados por COVID-19 persistente, lo que equivaldría a alrededor de 1,8 millones de personas en Reino Unido.

La fatiga era el síntoma más frecuente, mientras que los síntomas relacionados con la ORL incluían pérdida del olfato y el gusto, vértigo, falta de aliento, sibilancias y dolor de garganta. Casi un tercio de los pacientes con COVID-19 persistente sufría pérdida persistente del olfato, y casi una quinta parte seguía experimentando pérdida del gusto.