Cada vez es más habitual incluir la kombucha en nuestros planes de alimentación, sobre todo cuando buscamos una alternativa un poco más saludable a otras bebidas. Además de ser una alternativa a los refrescos carbonatados y las bebidas alcohólicas, tiene ciertos beneficios para la salud.
La kombucha es una bebida que se obtiene a partir de la fermentación del scoby, un cultivo de bacterias y levaduras -además del hongo de kombucha-, en té. A través de la fermentación se obtiene una refrescante e hidratante bebida no alcohólica, rica en vitaminas, minerales y ácidos orgánicos esenciales.
Es una bebida rica en agua, vitaminas y minerales, por lo que además de ser hidratante, cuenta con propiedades extra, como puede ser su poder antioxidante gracias a los polifenoles que contiene, que también tienen efecto antiinflamatorio. Refuerza el sistema inmunológico, ayuda a equilibrar y regular la flora intestinal.
Se trata de una bebida fermentada, lo que hace que además tenga propiedades antibacterianas, combatiendo bacterias y microorganismos que se encuentran en el organismo. Además, es baja en calorías.
A pesar de los muchos beneficios que se esperan de su consumo, conviene señalar que no todo el mundo puede tomarla, por lo menos no sin consultar antes con un profesional médico. Es el caso de las personas diabéticas o quienes tienen problemas digestivos, como colon irritable o gastritis.
Se desaconseja en casos de SIBO, tampoco es recomendable en mujeres embarazadas o lactantes que nunca antes la hayan tomado.
De hecho, en general se recomienda comenzar su consumo poco a poco y aumentando el consumo de agua habitual, ayudando de este modo a que el cuerpo se acostumbre de manera paulatina, porque aumentar el consumo de probióticos a través de esta bebida puede causar ciertos efectos en algunas personas.
Entre los posibles efectos que se pueden notar destacan el dolor de cabeza, pero también malestar estomacal, con dolores y náuseas.
Conviene señalar que, al estar elaborada con té, contiene cafeína, por lo que su consumo está desaconsejado para todas aquellas personas que tengan prohibido el consumo de esta sustancia. Puede llegar a resultar muy estimulante, pro lo que las personas con problemas para dormir podrían verlos agravados con su consumo.
No se conocen casos de intoxicación por beber kombucha como tal, pero sí algunos por consumir alguna en mal estado. Esto sobre todo sucede con la elaborada en casa, en condiciones no controladas, lo que puede llevar a su contaminación y que resulte tóxica.
Si los recipientes no son los adecuados, se fermenta en leche en lugar de té o aparece moho, lo mejor es no consumirla, porque puede llegar a producir daños graves en la salud, afectando al hígado y a los riñones. Esto no sucede con aquellas elaboradas siguiendo las normativas oficiales, es un conjunto vivo y su preparación requiere unas precauciones higiénicas especiales; podría sufrir contaminaciones durante el proceso de fermentación.
Así, quienes estén pensando en comenzar a tomar kombucha pueden hacerlo sin problemas, siempre y cuando no tengan algún problema de salud que lo desaconseje y, quienes quieran prepararla en casa, tendrán que asegurarse de que cumplen las normas y siguen todos los pasos para evitar riesgos.